El aumento que anunció Coca Cola sobre el precio de sus productos pareciera que no afectó significativamente su negocio. Apenas registró una caída en las ventas del 1% en el tercer trimestre de 2024: logró una facturación total de 11.854 millones de dólares.
Sin embargo, la compañía de refrescos fue impactada por una merma en la facturación real y el aumento de los costes, provocando que el beneficio Coca Cola al cierre de septiembre disminuyera un 8%, hasta los 2.848 millones de dólares.
La empresa espera ahora culminar el año con un crecimiento orgánico de las ventas en 10%. Hasta el tercer trimestre, este incremento alcanza el 9%, lo que supera las previsiones iniciales de los analistas alrededor del 6%.
Coca Cola ha iniciado un proceso para reducir la dependencia de su marca principal de refrescos, así como de toda la línea de bebidas gaseosas. Pretende impulsar las unidades de agua, bebidas deportivas y té, más de 12 marcas que superan los 1.000 millones de dólares en facturación anual y han sumado casi 9.000 millones de dólares en valor desde 2020.
La apuesta de Coca Cola
“Nuestro negocio sigue demostrando resistencia frente a un entorno externo dinámico. Nos sentimos alentados por nuestros resultados en lo que va de año y por la capacidad de nuestro sistema para gestionar los retos a corto plazo, al tiempo que seguimos centrados en las oportunidades de crecimiento a largo plazo”, dijo James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca Cola Compay a través de un comunicado.
En septiembre, Coca-Cola lanzó en España su nueva línea Fuze Tea Sabor Original, lo que supone un paso clave para expandir su marca global Fuze Tea en el país. Este movimiento también busca potenciar el crecimiento de la categoría de té listo para beber, que, según las previsiones de la compañía, podría duplicar su valor para 2030.
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