Lo que parecía otro lunes cualquiera en los mercados terminó siendo un terremoto bursátil. DeepSeek, una startup china de inteligencia artificial (IA), acaba de reventar las reglas del juego y poner patas arriba todo el optimismo que acompañaba al sector tecnológico desde 2023. Su jugada: lanzar una app gratuita, con código abierto, que compite directamente con ChatGPT (OpenAI), pero desarrollada en tiempo récord y por menos de seis millones de dólares. Esto es un golpe directo a los gigantes que han estado dominando la narrativa de la IA con inversiones colosales y presupuestos de vértigo.
Nvidia, hasta ahora la reina del mercado gracias al boom de la IA, perdió más de 400.000 millones de dólares en valor en solo una sesión. Y no solo eso, las caídas se extendieron como pólvora por las bolsas globales, afectando tanto a grandes tecnológicas como a otras industrias. Parece que DeepSeek ha puesto en jaque el «monopolio de la IA» que los titanes tecnológicos tenían planeado construir.
¿Qué ha cambiado DeepSeek?
Para entender el impacto de esta startup, hay que mirar lo que los gigantes estaban haciendo hasta ahora. Microsoft, Meta, Amazon y Google llevan destinando decenas de miles de millones de dólares a desarrollar infraestructura para la IA. Solo en 2024, estas compañías invirtieron más de 250.000 millones de euros en computación en la nube y chips. Incluso se formó una alianza épica entre OpenAI, Oracle y SoftBank, respaldada por el presidente Trump, con un presupuesto de 500.000 millones de dólares para tres años.
¿Y DeepSeek? Su modelo fue entrenado en solo dos meses con un presupuesto de apenas seis millones. Su éxito no solo rompe los esquemas de los grandes, sino que obliga a replantearse si esas enormes inversiones eran realmente necesarias. Oliver Blackbourn, de Mirabaud, lo resume bien: “DeepSeek demuestra que es posible hacer mucho con poco. Esto pone en duda la necesidad de gastar miles de millones en infraestructura”.
Nvidia, la gran damnificada
Si hay una empresa que estaba disfrutando del furor por la IA, esa era Nvidia. Sus chips, diseñados inicialmente para videojuegos, resultaron ser ideales para entrenar modelos de IA, convirtiéndose en los favoritos de todas las grandes tecnológicas. El resultado fue una subida espectacular en bolsa, pasando de 15 dólares por acción en 2023 a casi 150. Los analistas preveían ingresos cercanos a los 200.000 millones de dólares para 2026. Pero ahora, todo ese optimismo tambalea.
La posibilidad de que startups como DeepSeek no necesiten infraestructuras tan caras deja a Nvidia en una posición delicada. ¿Qué pasará con su futuro? El 26 de febrero, cuando presenten resultados, podríamos tener más pistas.
El boom de la IA bajo amenaza
Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, la inteligencia artificial había sido el motor de los mercados. El S&P 500, el índice más importante de Wall Street, subió un 60% en dos años, impulsado casi exclusivamente por las grandes tecnológicas como Apple, Microsoft, Alphabet, Nvidia, Meta y Tesla. Pero este desenfreno también disparó las valoraciones de estas compañías, algo que ahora podría volverse en su contra si la confianza de los inversores se tambalea.
Oliver Blackbourn advierte: “Si las valoraciones caen significativamente en Estados Unidos, es probable que se genere un efecto dominó que afecte a Europa y Asia”. Y no solo eso, añade que una caída de los mercados podría incluso cambiar las políticas de la Reserva Federal.
EE.UU. vs China: el nuevo campo de batalla de la IA
La irrupción de DeepSeek también reaviva la guerra tecnológica entre EE. UU. y China. Mientras Silicon Valley lidera la inversión en IA, Pekín parece haber encontrado un enfoque más eficiente. DeepSeek y otras startups chinas, como Bytedance’s Doubao o Moonshot’s Kimi, han logrado entrenar modelos potentes utilizando hardware más modesto, algo que parecía imposible hace unos años.
La razón detrás de este avance es simple: las restricciones de exportación impuestas por EE. UU. obligaron a China a buscar soluciones creativas. Moody’s lo explica así: “China demuestra que un software optimizado puede superar las limitaciones de hardware”.
¿La respuesta de Trump? Relajar su política para dar más aire a las empresas estadounidenses. Según Jefferies, esto podría marcar el inicio de una nueva fase en la carrera por la IA.
¿El fin del monopolio de la IA?
DeepSeek no solo ha lanzado una app, ha lanzado un desafío. Los gigantes tecnológicos tendrán que adaptarse a un nuevo paradigma donde la eficiencia prima sobre la fuerza bruta. Y aunque algunos analistas consideran que la experiencia en IA seguirá concentrada en unos pocos jugadores dominantes, el caso de DeepSeek sugiere lo contrario: el futuro de la inteligencia artificial podría ser más accesible, competitivo y, para los gigantes, más complicado de controlar.
© Reproducción reservada