La cadena internacional de comida rápida Domino’s Pizza ha cerrado su segundo trimestre fiscal, finalizado el 15 de junio, con un beneficio neto de 112,1 millones de euros, lo que representa una caída del 7,7% respecto al año anterior. Sin embargo, la empresa ha logrado aumentar su facturación un 4,3%, alcanzando los 978,6 millones de euros, impulsada por el crecimiento en ingresos derivados de suministros a franquiciados y comisiones en Estados Unidos.
Los ingresos por suministros subieron un 4,2% hasta 587,2 millones de euros, mientras que las comisiones a franquicias estadounidenses crecieron un 5,9% hasta 133,6 millones de euros. Además, las rentas por publicidad aportaron un 5,8% más, totalizando 113 millones de euros, y las franquicias internacionales aumentaron sus aportes un 4,7%, hasta 66 millones de euros. Las ventas en restaurantes propios tuvieron un leve avance del 0,2%, con 79,1 millones de euros.
Pese al incremento en ingresos, Domino’s experimentó un aumento en sus costes operativos del 2,5%, hasta los 789,7 millones de euros, debido a gastos en establecimientos, inventarios, administración y publicidad. En el acumulado semestral, la compañía registró unas ganancias totales de 239,9 millones de euros, un 4,8% más que en el mismo periodo del año anterior, con ingresos que ascendieron a 1.929 millones de euros.
La red global de Domino’s Pizza alcanzó las 21.536 tiendas, sumando 606 nuevos locales en un año. El CEO Russell Weiner destacó el crecimiento en EE.UU. tanto en reparto como en comida para llevar, lo que ha permitido mejorar la cuota de mercado en el segmento QSR de pizzas.
Por último, la compañía anunció el reparto de un dividendo trimestral de 1,49 euros por acción, que se pagará el próximo 30 de septiembre, además de continuar con su programa de recompra de acciones, habiendo invertido ya 170,9 millones de euros y contando con autorización para recomprar títulos por valor de 525 millones más.
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