Donald Trump: Aranceles y confusiones

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El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya tiene un blanco en su lista de preocupaciones: el gasto en Defensa de España. Según él, seguimos gastando «muy poco», claramente lejos del 2% del PIB comprometido con la OTAN en 2014, y ni hablar del 3% o 5% que a Trump le haría feliz. Hasta ahí, todo dentro de su conocida retórica de presión a los aliados. Pero lo que realmente ha dado de qué hablar es la confusión diplomática que dejó al mundo rascándose la cabeza. 

En un comentario que solo puede describirse como surrealista, Trump vinculó la situación española con el grupo de países emergentes conocidos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Sí, en serio. Desde el Despacho Oval, mientras firmaba órdenes ejecutivas como si estuviera jugando al bingo, el presidente soltó: 

“¿España? ¿No son una nación de los BRICS? Ellos están en los BRICS. Y si quieren hacerlo, me parece bien, pero tendrán aranceles del 100% en los negocios con nosotros”. 

La afirmación dejó a todos con cara de ¿qué acaba de pasar? España, como sabemos, es miembro de la Unión Europea y de la OTAN, y no tiene absolutamente nada que ver con los BRICS, un grupo que incluye economías emergentes que están, en su mayoría, en otro hemisferio. Pero Trump insistió en su error, repitiendo que los BRICS eran «seis o siete países» y, de paso, acusando al resto del mundo de «aprovecharse de Estados Unidos«. 

Una amenaza de Trump al comercio español 

Aunque de momento no ha firmado ningún decreto al respecto, la amenaza de Trump de imponer aranceles de hasta el 100% a productos españoles ha encendido las alarmas. Su discurso en el Capitolio el lunes pasado giró en torno a su nueva política comercial, que promete traer «ingresos millonarios» para Estados Unidos. Sin embargo, no mencionó medidas concretas contra España. 

Eso sí, lo que queda claro es que esta no es la primera vez que Trump lanza advertencias de este estilo. Canadá, México y hasta la propia UE ya han estado en su punto de mira con amenazas de aranceles similares. Y ahora, España entra en la lista, aunque sea por una confusión geográfica. 

Cuba, Venezuela y el eterno “América Primero” 

En otro giro de su presidencia, Trump ha revertido varias de las decisiones clave de la era Biden. Entre ellas, la retirada de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, que había sido negociada a cambio de la liberación de presos políticos. 

Con respecto a Venezuela, Trump ha sido igual de contundente. Preguntado sobre su postura hacia Nicolás Maduro, el presidente afirmó que Estados Unidos “no necesita el petróleo venezolano”. Eso podría significar desde cortar las compras hasta un posible embargo, pero, como suele hacer, dejó los detalles en el aire. 

En los últimos meses, la administración había permitido a compañías como Chevron comprar crudo venezolano para evitar que China se llevara toda la tajada a precios de saldo. Pero parece que ese enfoque podría cambiar radicalmente, volviendo a una política más agresiva hacia el régimen de Maduro. 

¿Una estrategia o puro caos? 

Mientras Trump sigue moviendo fichas en el tablero global, una cosa queda clara: su estilo de diplomacia no pasa desapercibido. Desde las confusiones sobre los BRICS hasta las amenazas de aranceles y cambios en política exterior, la estrategia del nuevo presidente parece centrarse en reforzar su lema de “América Primero”, aunque eso implique pisar unos cuantos callos por el camino. 

Para España, la lección está clara: aunque no seamos un BRIC, estamos en el radar de Trump, y eso puede significar turbulencias comerciales en el futuro. 

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