Ebro Foods ha cerrado el primer semestre de 2025 con un beneficio neto de 97 millones de euros, lo que representa un descenso del 10,9% respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía achaca esta caída a factores como el impacto del tipo de cambio, el aumento de intereses tras refinanciar su deuda y un mayor pago de impuestos derivados de una liquidación societaria.
La facturación se situó en 1.533,4 millones de euros, un 3% menos que en 2024, afectada por la reducción de precios al consumidor en un entorno de bajada del coste de las materias primas.
Pese a la caída de beneficios, el Ebitda ajustado (Ebitda-A) aumentó un 1,1%, hasta los 212,9 millones de euros, lo que supone un máximo histórico para la compañía. La deuda neta ascendió a 675,8 millones, tras invertir 66,3 millones en capex, abonar dividendos en abril y junio, y provisionar el pago del dividendo de octubre, sumando en total 110,1 millones de euros.
Buen comportamiento del arroz, presión sobre la pasta
La división de arroz, con marcas como Brillante y SOS, obtuvo unas ventas de 1.187,2 millones (–3,9%) y un Ebitda-A de 169,9 millones de euros (+3,3%). La empresa destacó la buena campaña de siembra en España, que se perfila como la mejor en cuatro años, y unos stocks adecuados para afrontar un segundo semestre competitivo con previsiones de bajada de precios.
Ante las tensiones del mercado internacional, Ebro ha reclamado a la Unión Europea medidas urgentes para proteger al sector arrocero. En concreto, se ha unido a organizaciones agrarias para pedir un endurecimiento arancelario frente a los países EBA, cuyas normativas permiten exportar arroz sin aranceles a Europa, lo que representa una amenaza para la producción comunitaria.
Por su parte, la división de pasta (que incluye marcas como Garofalo y Bertagni) registró ventas estables de 347,1 millones de euros, pero el Ebitda-A se redujo un 5%, hasta 51,8 millones. El segmento se enfrenta a un entorno complejo, afectado por el encarecimiento de materias primas como el huevo (por la gripe aviar) y los lácteos, así como por las altas temperaturas, que han reducido la demanda.
Además, Ebro señala dificultades en Estados Unidos, uno de sus mercados clave, debido al aumento de aranceles y la depreciación del dólar, lo que ha forzado la renegociación de tarifas con la distribución. Aun así, Garofalo ha mantenido un crecimiento del 11% interanual, respaldado por la buena acogida de los consumidores.
Mirada al segundo semestre: precios bajos e incertidumbre
De cara a la segunda mitad del año, Ebro anticipa un mercado «muy competitivo» con precios históricamente bajos en Asia y Sudamérica. En este contexto, la empresa defiende su sólida implantación industrial, especialmente en EE.UU., y su apuesta por la innovación, eficiencia y productos de valor añadido como factores clave para mantener su crecimiento.
© Reproducción reservada“Estamos muy satisfechos con el sólido desempeño de nuestras marcas, que siguen creciendo en sus respectivos mercados”, concluye la compañía en su comunicado.