En medio de crecientes especulaciones sobre un eventual proceso de venta, Telefónica Chile atraviesa una etapa de agitación interna marcada por la salida de dos importantes ejecutivos.
La renuncia del presidente y CEO, Roberto Muñoz, anunciada el 28 de mayo y efectiva en solo cinco días, se confirmó ahora la dimisión de Rafael Zamora, director de Finanzas y Control de Gestión, otro ejecutivo con más de tres décadas en la firma.
Zamora, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y estrecho colaborador de Muñoz, formalizó su salida el 5 de junio.
La empresa comunicó su decisión a través de un hecho esencial, en el que señaló que la renuncia del directivo respondía a su interés por «enfrentar nuevos desafíos profesionales».
El cargo será asumido por Rodrigo Jara, quien hasta ahora se desempeñaba como director de Control de Gestión y Planificación.
La salida de Zamora —quien ingresó al grupo Telefónica en 1991 y acumuló una extensa trayectoria en áreas clave como estrategia, regulación y recursos humanos— es la tercera de alto nivel en apenas cinco meses.
En diciembre, también dejó la compañía Fernando Saiz, exdirector de Asuntos Públicos y Regulación, tras 31 años de carrera en la organización.
Las tensiones en Telefónica
Pese al hermetismo oficial, La Tercera vincula las salidas de Muñoz y Zamora con el eventual proceso de desinversión en Chile, en línea con la estrategia global del grupo, que ya concretó su retiro de mercados como Argentina, Colombia, Perú y Uruguay.
Sin embargo, desde la compañía optaron por no confirmar estas versiones y se remitieron a los comunicados formales.
El nuevo CEO, el español Juan Martín Fontelles, asumió el mando el lunes 2 de junio y ya inició una ronda de reuniones con el equipo directivo, incluido su nuevo responsable financiero.
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