El BCE augura un gran esfuerzo fiscal para España

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España se enfrenta a uno de los mayores desafíos fiscales dentro de la zona euro debido a las presiones demográficas y climáticas que se avecinan. Según el último boletín del Banco Central Europeo (BCE), las cuentas públicas de los países de la zona euro se verán afectadas por el envejecimiento de la población, el aumento del gasto en defensa, la digitalización y el cambio climático, generando importantes cargas fiscales en las próximas décadas.

Presiones económicas y deuda elevada

El BCE advierte que las economías europeas ya están tensionadas por los altos niveles de deuda actuales. Algunos estados miembro, incluida España, tendrán que abordar estos problemas simultáneamente, lo que requerirá medidas correctivas y ajustes fiscales inmediatos. Para España, se estima que el esfuerzo fiscal necesario ascienda a alrededor del 8% del PIB, siendo este el segundo mayor esfuerzo dentro de la zona euro, solo superado por Italia, que necesitará un ajuste cercano al 5%.

La mayor parte de este incremento fiscal se destinará a financiar el sistema de pensiones y el gasto en sanidad, impulsados por la jubilación de la generación del «baby boom» y el envejecimiento progresivo de la población.

Ajustes Fiscales y Reducción de la Deuda

El BCE aboga por una política económica que reduzca gradualmente los altos niveles de deuda pública y se prepare para el futuro, garantizando un entorno sólido para la política monetaria única en la eurozona. Para alcanzar el objetivo de una deuda pública del 60% respecto al PIB en 2070, los gobiernos de la zona euro deberán elevar de forma inmediata y permanente sus saldos primarios en un 2% del PIB en promedio.

El BCE señala que 16 países necesitarán ajustes fiscales solo para mantener sus niveles actuales de deuda. Para reducir la deuda al 60% del PIB, se requerirían esfuerzos adicionales del 0,6% del PIB en la zona euro. Este ajuste fiscal necesario desde 2024 oscilará entre el 0,5% estimado para Estonia y el casi 10% para Eslovaquia.

Desafíos adicionales y costes futuros

El BCE anticipa que pueden surgir cargas fiscales adicionales en el medio plazo debido a la digitalización, cuyo impacto a largo plazo aún es difícil de prever. Además, no se descarta la posibilidad de otro gran shock fiscal inesperado, como la pandemia de Covid-19, y costos fiscales sustanciales asociados con el cambio climático.

El envejecimiento demográfico es la mayor preocupación del BCE, con una carga fiscal que podría requerir un gasto adicional de hasta el 4% del PIB para algunos países y del 1,2% en promedio para la zona euro. Asimismo, la situación geopolítica y las tensiones internacionales incrementarán el gasto en defensa. Cuatro miembros de la Alianza en la zona euro ya están gastando el 2% del PIB previsto, mientras que los otros 12 enfrentan cargas adicionales de hasta el 1% del PIB.

En cuanto al cambio climático, bajo un escenario de «cero emisiones netas para 2050» que limite el calentamiento global a 1,5°C, se estima un aumento de costes promedio del 1,1% del PIB para la eurozona.

Conclusiones del BCE

El BCE concluye que el ajuste fiscal será necesario y significativo, requiriendo medidas correctivas inmediatas y permanentes para enfrentar estos retos a medio y largo plazo. Además, destaca la necesidad de reducir gradualmente los altos niveles de deuda pública y prepararse para futuros desafíos.

La advertencia del BCE subraya la importancia de tomar medidas proactivas para asegurar la sostenibilidad fiscal y económica en un contexto de crecientes presiones demográficas y climáticas. España, en particular, deberá emprender un esfuerzo considerable para afrontar estos retos y garantizar la estabilidad a largo plazo de su economía.

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