El fondo británico ICG aterriza con fuerza en las renovables españolas

ICGICG

El fondo británico ICG acaba de dar su primer gran paso en el mercado español de energías renovables. A través de su plataforma Dos Grados, se ha hecho con dos plantas solares fotovoltaicas en Tordesillas, Valladolid, que suman una potencia de 52 MWp cada una. Esta operación, financiada por Banco Santander y adquirida a Q-Energy, marca su entrada oficial en el sector con su primer proyecto listo para construir. 

Aunque ICG compró Dos Grados a JB Capital, Sidenor y Loreto Murua en 2022, hasta ahora no había avanzado mucho en España. Pero parece que las cosas están cambiando. Estas nuevas instalaciones están a unos 300 kilómetros de su central solar en Fundão, Portugal, lo que facilitará una gestión logística más eficiente. 

El proyecto de ICG supondrá unos 80 millones de euros

El proyecto, que arranca su construcción en unas semanas, llevará el nombre de Central Solar Fotovoltaica Tordesillas y supondrá una inversión de unos 80 millones de euros. Se estima que la energía generada podrá cubrir el consumo de más de 58.000 hogares y evitará la emisión de casi 791.000 toneladas de CO₂, un auténtico empujón para la sostenibilidad y la economía local. 

Y ojo, porque esto no es solo un beneficio ambiental. Durante la construcción, la planta dejará un impacto de 72 millones de euros en el PIB español y generará alrededor de 460 empleos entre directos, indirectos e inducidos. Nada mal para un sector que no deja de crecer. 

Con sus 105 MWp de capacidad instalada, esta central será clave para afianzar la cartera de Dos Grados, que ya acumula 600 MW en activos sostenibles en la península ibérica. Además, la empresa ya está trabajando en un proyecto eólico cercano que se hibridará con estas plantas solares. 

Más allá de los números, este movimiento no solo posiciona a Dos Grados como un jugador importante en el mercado ibérico, sino que también refuerza su compromiso con la transición energética y la sostenibilidad. Alineados con los objetivos climáticos de España, buscan liderar el cambio hacia una economía baja en carbono sin dejar de lado el impacto positivo en las comunidades locales. 

El futuro pinta brillante para Dos Grados e ICG, que ya están explorando nuevas oportunidades de inversión en renovables y otros activos sostenibles en la península. Parece que este es solo el principio de una apuesta a lo grande por las energías limpias. 

© Reproducción reservada