Getty ImagesEl sector servicios, motor clave de la economía española, registró en julio un crecimiento de su facturación del 4,7% interanual, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone una desaceleración de 1,7 puntos respecto al mes anterior, aunque mantiene la tendencia positiva que ya encadena 16 meses consecutivos de subidas.
El comportamiento del sector refleja un ritmo de crecimiento más moderado, en línea con la fase de ajuste que atraviesa la economía tras varios trimestres de fuerte dinamismo. Aun así, la prolongada racha de incrementos mensuales confirma la resiliencia del sector servicios, que representa más de dos tercios del PIB nacional y concentra la mayor parte del empleo.
Este avance sostenido se explica por la fortaleza de ramas como hostelería, transporte, comercio y actividades profesionales, que continúan beneficiándose de la demanda interna y del empuje del turismo, en un verano marcado por cifras récord de visitantes internacionales. Sin embargo, la ralentización registrada en julio apunta a un escenario de mayor prudencia en los próximos meses, condicionado por factores como la evolución de los tipos de interés, la inflación y la capacidad de gasto de los hogares.
A pesar de la moderación, el dato confirma que los servicios siguen actuando como colchón de estabilidad para la economía española, en un momento en el que otros sectores muestran un comportamiento más irregular. La continuidad de esta tendencia dependerá, en gran medida, de la fortaleza del consumo privado y del dinamismo del mercado laboral, dos variables que hasta ahora han mostrado un desempeño positivo.
En definitiva, con 16 meses de crecimiento ininterrumpido, el sector servicios se mantiene como el gran sostén de la actividad económica, aunque las señales de ralentización invitan a seguir de cerca su evolución en la segunda mitad del año.
© Reproducción reservada