El Tribunal Supremo de Estados Unidos avaló por unanimidad la ley que exige a TikTok desvincularse de su matriz en Pekín, reafirmando las preocupaciones de seguridad nacional que motivaron la legislación aprobada en el Congreso y firmada por el presidente Joe Biden.
La medida busca que la red social, con 170 millones de usuarios en el país, opere bajo control estadounidense o de una entidad que no comprometa los datos de los ciudadanos.
La ley, que establece este domingo como fecha límite para la desinversión, generó tensiones políticas y sociales.
El fallo, según los jueces, no pone en duda la función de TikTok como medio de expresión, pero prioriza los riesgos asociados al acceso de China a información sensible de los usuarios estadounidenses.
Reacciones por Tiktok
Mientras que la administración Biden defendió la necesidad de actuar contra las amenazas tecnológicas extranjeras, el fallo ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos civiles.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) lo calificó como una expansión peligrosa del poder gubernamental para restringir plataformas en nombre de la seguridad nacional.
Por su parte, TikTok argumentó que la medida supone una violación a la libertad de expresión y que su aplicación podría obligar al cierre de la plataforma en Estados Unidos.
No obstante, el Supremo rechazó cualquier término medio, remitiendo la solución a un cambio de propiedad.
El contexto político añade una capa de complejidad. El equipo del presidente electo, Donald Trump, quien asumirá el cargo el lunes, ha mantenido posturas críticas hacia TikTok, aunque en las últimas semanas ha suavizado su enfoque.
Trump podría buscar posponer la implementación de la ley entre 60 y 90 días, mientras evalúa posibles alternativas.
Los operadores de aplicaciones, como Apple y Google, también enfrentan presión ante la posibilidad de sanciones de hasta $5,000 por usuario si la prohibición se aplica sin excepciones.
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