El futuro de Armani: su marca, en manos de LVMH, L’Oréal o EssilorLuxottica

Giorgio Armani© Photo by Daniele Venturelli/Daniele Venturelli/WireImage

La muerte de Giorgio Armani a los 90 años no solo cierra el capítulo vital de uno de los creadores más influyentes de la moda contemporánea, también abre una etapa decisiva para el futuro de la firma que fundó en 1975.

Tras casi medio siglo de independencia, Giorgio Armani S.p.A., uno de los últimos bastiones del lujo europeo no absorbido por grandes conglomerados, inicia ahora un camino hacia la integración en alguno de los gigantes del sector.

El testamento del diseñador incluye un plan meticuloso: la fundación que concentra la mayoría accionarial de la compañía deberá vender un 15% del capital en un plazo máximo de 18 meses.

Esa participación se ofrecerá en primer lugar a tres gigantes internacionales —LVMH, EssilorLuxottica y L’Oréal—, con posibilidad de elevar la cuota hasta el 54,9% a partir del tercer año de la sucesión.

Como alternativa, el documento contempla una salida a bolsa en un plazo de ocho años, manteniendo la fundación al menos un 30,1% de la empresa.

Durante décadas, Armani se resistió a ceder el control de su firma, a diferencia de casas históricas como Gucci, Dior o Fendi, que pasaron a manos de Kering o LVMH.

Esa autonomía reforzó su identidad creativa, pero también limitó la expansión en un mercado donde los grandes grupos dominan gracias a inversiones millonarias en digitalización, marketing y presencia en Asia.

Con unos ingresos anuales cercanos a 2.300 millones de euros, la compañía está lejos de los más de 80.000 millones que factura LVMH.

El documento también asigna un papel clave a Leo Dell’Orco, colaborador de confianza y definido por Armani como su “mano derecha”, quien liderará las negociaciones con los potenciales compradores.

Lo que deja Armani

El legado creativo de Armani —desde los trajes desestructurados que revolucionaron la sastrería en los años ochenta hasta perfumes icónicos como Acqua di Giò, bajo licencia de L’Oréal— queda ahora ligado a una hoja de ruta que fija el fin de la independencia.

“Lo que siempre ha caracterizado el éxito de mi trabajo es la capacidad de adaptarme a los tiempos cambiantes”, afirmó en 2024.

Hoy, su testamento confirma que la adaptación de su marca será la integración en un gigante del lujo.

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