La economía española mantiene un ritmo sólido de crecimiento, pero los desequilibrios estructurales continúan siendo una amenaza para su estabilidad, así lo advirtió este martes el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.
Lo hizo durante su intervención en el Consejo General de Economistas en Madrid, donde presentó la ponencia El entorno económico de la economía española y los retos a futuro.
Escrivá recordó que la deuda pública, cercana al 100 % del PIB, sigue siendo “un elemento de vulnerabilidad” para las cuentas nacionales.
El plan de ajuste fiscal remitido a Bruselas carece de medidas concretas, lo que, en sus palabras, requiere “una mayor concreción en los planes de ajuste fiscal de medio plazo”.
El responsable del organismo también se refirió al empleo. Aunque el mercado laboral mantiene dinamismo, gran parte de su fortaleza responde a la llegada de trabajadores inmigrantes.
Para Escrivá, esta situación refleja “cierto fracaso en las políticas activas de empleo”, al no haberse producido el reciclaje profesional necesario para absorber la demanda.
El acceso a la vivienda se suma a la lista de desafíos. El déficit estimado entre 2022 y 2024 alcanza entre 400.000 y 450.000 viviendas. “Requiere una movilización de todas las Administraciones Públicas involucradas”, advirtió.
Las alertas de Escrivá
Otros riesgos señalados fueron la baja productividad —con una brecha cercana a 10 puntos respecto a Europa— y la prolongación de operaciones corporativas como la OPA del BBVA sobre Sabadell, que, según dijo, “no es deseable” por su dilatación en el tiempo.
En el ámbito internacional, Escrivá reconoció que el acuerdo comercial entre Bruselas y Washington ha reducido la incertidumbre, aunque persisten dudas por las cláusulas no arancelarias y el clima geopolítico.
También alertó de posibles desequilibrios por la fortaleza del euro, la volatilidad de los mercados de capitales y la distinta estrategia monetaria entre la Reserva Federal y el BCE.
Pese a estos retos, el gobernador destacó que España es hoy más resiliente que en décadas anteriores gracias al turismo, la digitalización, la penetración de renovables y una política migratoria que sostiene la oferta laboral.
Sin embargo, advirtió que “España tiene estructuralmente un problema de desigualdad de renta” que debe corregirse con mejores políticas redistributivas.
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