Australia tomó una medida histórica para protección de menores de 16 años de los riesgos asociados con el uso excesivo de las redes sociales.
A partir de 2025, el país prohibirá el acceso de este grupo de edad a plataformas populares como TikTok, Instagram y Facebook, entre otras.
Esta normativa, que busca salvaguardar la salud física y mental de los jóvenes, establece que las compañías tecnológicas que infrinjan la ley deberán enfrentar multas de hasta 32 millones de dólares estadounidenses.
Aunque Australia es el primer país en implementar una ley tan restrictiva, la preocupación por los efectos negativos de las redes sociales en niños y adolescentes está creciendo en todo el mundo, especialmente en Europa.
Países como Noruega, Francia y Suecia comenzaron a promover regulaciones más estrictas para proteger a sus ciudadanos más jóvenes.
En este contexto, España se posiciona como uno de los países europeos más avanzados en la regulación del entorno digital para la juventud.
España en protección de menores
Ana Caballero, abogada especialista en tecnología y vicepresidenta de la Asociación Europea para la Transición Digital, asegura que España dio dado pasos significativos.
En febrero de 2024, el Consejo de Ministros creó el Comité de Personas Expertas para el Desarrollo de un Entorno Digital Seguro para la Juventud y la Infancia, presidido por Caballero.
Este comité elaboró un informe con 107 propuestas que buscan, entre otras cosas, responsabilizar a las empresas de las medidas de protección.
“Algunas de las recomendaciones incluyen garantizar un consentimiento informado con lenguaje accesible para los menores o exigir que las plataformas implementen medidas protectoras por defecto”, explicó Caballero a El Mercurio.
La abogada subraya que otros países como Dinamarca y Portugal pidieron información sobre el trabajo realizado en España.
“Los sistemas de verificación de edad y las pruebas realizadas por la Agencia Española de Protección de Datos fueron llevados a la Comisión Europea”, agregó.
Para Caballero, la legislación española sigue una dirección similar a la de Australia, y considera que cualquier regulación que limite prácticas poco éticas de las redes sociales será positiva.
“Cualquier regulación que limite la actuación poco ética de estos modelos de negocio será bienvenida”.
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