España y Portugal piden paso: más conexión eléctrica con Europa o nos quedamos atrás

Electricidad

España y Portugal están apretando las tuercas a Francia para que acelere de una vez la conexión eléctrica de la península con el resto de Europa. La presión va en serio: ambos gobiernos han mandado cartas a sus homólogos franceses exigiendo avances en unas infraestructuras que llevan años de retraso y que, para colmo, no paran de encarecerse.

El detonante más reciente ha sido el apagón del pasado 28 de abril, que dejó claro lo frágil que puede ser nuestra red eléctrica si seguimos tan desconectados del continente. Y es que el futuro energético, sobre todo con tanto coche eléctrico, bombas de calor y fábricas más verdes pasa sí o sí por una red robusta, moderna y bien interconectada.

La electricidad se dispara en costes en España, Portugal y Francia

La Agencia de Reguladores de Energía de la UE (ACER) acaba de publicar un informe que lo deja claro: los proyectos eléctricos entre España, Portugal y Francia se están disparando en costes. Entre 2022 y 2025, se han encarecido un 76%. ¿La razón? La demanda energética no para de crecer y la ejecución va con años de retraso.

Los números son claros: los cuatro grandes proyectos de interconexión han pasado de 4.700 millones a más de 8.000 millones de euros. Una diferencia de casi 3.400 millones en solo tres años.

  • El proyecto del Golfo de Vizcaya ha subido de 1.950 a 3.100 millones de euros. Se espera que esté listo en diciembre de 2028.

  • La línea Navarra–Landes (Francia) ha pasado de 1.470 a 2.609 millones, con previsión de entrar en servicio en 2036.

  • La interconexión Aragón–Pirineos Atlánticos ha subido a 2.372 millones y no estará lista hasta 2041.

  • La conexión Galicia–norte de Portugal ha subido de 113 a casi 145 millones, y ya debería estar operativa desde abril.

El panorama general tampoco es muy alentador. Según ACER, un tercio de los proyectos de electricidad en Europa están retrasados. Aunque el 72% podría entrar en servicio en 2030, España tiene varios que se quedan fuera.

Eso sí, en otros sectores como el hidrógeno la cosa va algo mejor. De los 34 proyectos que hay sobre la mesa, 33 van por buen camino y más del 90% deberían estar operativos para 2030. Aun así, muchos siguen en fases muy tempranas, sin los permisos ni la financiación cerrada.

En total, 38 proyectos han recibido apoyo financiero del mecanismo “Conectar Europa” de la UE. Pero las trabas siguen siendo las de siempre: permisos, impacto ambiental y construcción, que pueden tardar entre 2 y más de 4 años.

Ante este panorama, la Comisión Europea ha lanzado una consulta pública para el futuro European Grids Package, un paquete de medidas para rediseñar completamente la red eléctrica europea. Y no es para menos: la mitad de las necesidades de interconexión para 2030 no están cubiertas.

Un informe reciente del Parlamento Europeo lo decía sin rodeos: el apagón ibérico ha sido un aviso. Las redes actuales están pensadas para un mundo fósil y centralizado, no para el modelo renovable, digitalizado y distribuido que queremos construir.

La conclusión es clara: o Europa se pone las pilas de verdad con la interconexión eléctrica… o la transición energética se nos atraganta.

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