Estados Unidos mueve ficha y se hace con el control de los puertos en Panamá

Canal de Panamá

Estados Unidos acaba de dar un golpe sobre la mesa en la lucha por el control estratégico del Canal de Panamá. A través de una jugada maestra en el terreno empresarial, el gobierno de Donald Trump ha logrado lo que buscaba: reducir la influencia china en la región y reforzar su presencia en una de las rutas comerciales más importantes del mundo.

El movimiento clave ha sido la compra de Hutchison Ports, el gigante portuario de Hong Kong, por parte de un consorcio en el que participan BlackRock, Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Ltd. Con esta operación, se han hecho con el 80% de la compañía, incluyendo el control de Panama Ports Company, que gestiona los puertos de Balboa y Cristóbal, las dos puertas de entrada al canal.

Precio del acuerdo: 19.000 millones de dólares.
Impacto: EEUU refuerza su dominio en la región y limita la influencia china en el canal.

¿Por qué es tan importante este movimiento?

Para Trump, la presencia de empresas chinas en Panamá siempre ha sido un problema. En su discurso, ha insistido en que el gigante asiático controla de facto el canal a través de sus inversiones. Por eso, esta compra es una forma de equilibrar la balanza y asegurar que el paso de mercancías esté en manos de aliados estratégicos de Washington.

Además, hay un punto clave: el gobierno panameño había estado evaluando cancelar su contrato con CK Hutchison, lo que dejaba la puerta abierta a nuevas negociaciones. Al final, la jugada ha salido redonda para Estados Unidos.

El trasfondo político del Canal de Panamá

Este movimiento no es solo una transacción financiera, sino una pieza más en la disputa comercial entre EEUU y China. Trump lleva tiempo criticando a Panamá por las tarifas de paso que impone a los barcos estadounidenses y considera que Pekín ha utilizado sus inversiones para ganar poder en la región.

Con la compra de los puertos, Washington se asegura una posición clave en la puerta de entrada y salida de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico.

¿Qué sigue?

  • Más presión sobre China en el control de infraestructuras estratégicas.
  • Posibles reacciones de Pekín, que podría buscar formas de mantener su influencia en la región.
  • Un nuevo capítulo en la guerra comercial entre las dos potencias.

La batalla por el control del comercio mundial se juega en muchos frentes, y el Canal de Panamá es uno de los más estratégicos. Estados Unidos acaba de marcar un gol, pero habrá que ver cómo responde China.

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