FCC propondrá en su próxima junta de accionistas, convocada para el 12 de junio en Madrid, un dividendo de 227,4 millones de euros con cargo al ejercicio 2024, lo que supone un recorte del 20% respecto al ejercicio anterior, cuando la compañía repartió 283,5 millones. Esta decisión se enmarca en el nuevo rumbo estratégico de la empresa tras la escisión de sus activos inmobiliarios, agrupados desde este año en una nueva sociedad denominada Inmocemento.
El proceso de segregación, ya formalizado, responde a la voluntad de simplificar la estructura corporativa y permitir que cada área de negocio opere con mayor autonomía. Inmocemento gestionará las actividades vinculadas al sector inmobiliario, mientras que la matriz se centrará en su negocio principal: la construcción y los grandes proyectos de infraestructura. No obstante, la convocatoria de la junta de Inmocemento, que también se celebrará el 12 de junio, no contempla por ahora el reparto de ningún dividendo entre sus accionistas.
Según se recoge en la documentación remitida, el 81,5% del capital de la constructora continúa en manos del magnate que controla el grupo, quien ha respaldado las recientes decisiones estratégicas de la empresa.
Pese al ajuste en la política de dividendos, la compañía mantiene una sólida posición financiera y un modelo de negocio enfocado en la rentabilidad y la eficiencia operativa, claves en un contexto de moderación económica y exigencias crecientes del mercado inversor.
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