La disolución de General Electric marca el fin de una era en la historia industrial de Estados Unidos.
Fundada por Thomas Edison en 1892, la empresa se convirtió en un gigante que abastecía a las familias estadounidenses con una amplia gama de productos que fue creciendo a través de los años, abarcando desde bombillas hasta hipotecas, pasando por electrodomésticos y la industria aérea.
La compañía incluso llegó a ser la empresa más grande y valiosa del mundo. Sin embargo, con el paso del tiempo, General Electric fue presa de su propio éxito, se expandió demasiado y acumuló una deuda insostenible, que ha desembocado en su división en dos compañías independientes.
En 2018 fue expulsada del Dow Jones Industrial Average, cuando había sido un miembro original del índice y formó parte de él continuamente desde 1907.
Aunque GE había vendido su participación de NBC a Comcast en 2013 y Haier, con sede en China, en 2016, la deuda seguía siendo elevada. Tanto que en 2020, vendió su icónica unidad de bombilla, el producto estrella en sus inicios.
Cuando Larry Culp asumió el cargo de CEO, se propuso reducir la deuda de la empresa vendiendo más divisiones. Bajo su liderazgo, General Electric se deshizo de negocios emblemáticos como su unidad de electrodomésticos y su división de arrendamiento de aviones. Finalmente, en noviembre de 2021, la empresa anunció planes para dividirse en tres entidades separadas: GE Healthcare, GE Aerospace y GE Vernova.
La escisión de GE Healthcare se llevó a cabo el año pasado, y el martes, las acciones de las dos empresas restantes, GE Aerospace y GE Vernova, comenzaron a cotizar en los mercados estadounidenses. Esta reestructuración ha sido vista como un movimiento necesario para revitalizar la empresa y volver a encarrilarla hacia el éxito.
Bajo la dirección de Culp, las acciones de General Electric han experimentado un resurgimiento notable. Después de años de declive, las acciones casi se duplicaron en 2023 y continuaron aumentando este año. Este éxito ha llevado a especulaciones sobre el futuro del directivo, con algunos sugiriendo que podría convertirse en el próximo CEO de Boeing, otra empresa estadounidense con problemas.
Independientemente de lo que depare el futuro para Culp, la división de General Electric marca el final de una era en la industria estadounidense. Aunque la empresa ya no vende de todo como lo hacía en el pasado, su legado perdurará en la historia como un símbolo de innovación y éxito empresarial.
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