Las principales entidades financieras del Ibex 35 han registrado un beneficio neto conjunto de 17.086 millones de euros en el primer semestre de 2025, lo que supone un incremento del 11,7% respecto al mismo periodo del año anterior, según los resultados presentados por los bancos y recopilados por Europa Press.
Este crecimiento se ha producido a pesar de los recortes en los tipos de interés oficiales, que han impactado directamente en los márgenes netos de interés. No obstante, las cuentas de los bancos han mostrado resiliencia gracias a la intensificación de la actividad comercial y a la estrategia de diversificación hacia negocios con mayores comisiones, como la venta de seguros y fondos de pensiones.
Resultados por entidad
Banco Santander lideró los beneficios con 6.833 millones de euros, un 12,8% más que en el mismo periodo de 2024. En el segundo trimestre, obtuvo 14.503 millones de euros, con un leve incremento del 0,9%.
BBVA registró 5.447 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 9,1%, gracias al buen desempeño en España y México. Sin embargo, en el segundo trimestre su beneficio bajó un 1,6%, hasta los 2.749 millones de euros.
CaixaBank cerró el semestre con 2.951 millones de euros, un 10,3% más, destacando por el fuerte ritmo de actividad y su solidez financiera. Aun así, entre abril y junio, el beneficio cayó un 11,3%, quedando en 1.482 millones de euros.
Banco Sabadell alcanzó los 975 millones de euros, con un notable aumento del 23,3%. En el segundo trimestre, sus beneficios subieron un 0,6%, hasta los 486 millones de euros.
Bankinter obtuvo 541 millones de euros, lo que supone un incremento del 14,4%. Sin embargo, entre abril y junio se registró una ligera caída del 0,4%, con un beneficio de 271 millones de euros.
Unicaja cerró el semestre con 338 millones de euros, un 14,6% más que en 2024. No obstante, su resultado en el segundo trimestre descendió un 2,7%, hasta los 179 millones de euros.
Pese a las presiones externas como la bajada de tipos y el menor impulso del negocio tradicional, la gran banca española ha demostrado una capacidad de adaptación sólida, apoyándose en segmentos más rentables y manteniendo un pulso positivo en sus beneficios semestrales. Eso sí, el segundo trimestre muestra cierta desaceleración, lo que podría anticipar una etapa de mayor moderación en la segunda mitad del año.
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