Microsoft ha salido a la luz en la temporada de resultados como la tercera de las Siete Magníficas en presentar sus cuentas. Tesla y Alphabet fueron las primeras, y su rendimiento decepcionante aterrorizó a los inversores, desatando ventas en el sector tecnológico y provocando un seísmo bursátil en los parqués estadounidenses. Esto aumentó las dudas sobre una posible burbuja en la Inteligencia Artificial y reforzó el interés por las empresas de menor capitalización. En este contexto, los resultados de Microsoft respaldan la teoría del enfriamiento del auge tecnológico en bolsa.
La empresa, liderada por Satya Nadella, cumplió con las expectativas para el cuarto trimestre de su año fiscal 2024, alcanzando ingresos de 64.730 millones de dólares, superando ligeramente los 64.520 millones estimados, lo cual representa un aumento del 15% interanual. Además, Microsoft obtuvo 22.000 millones de dólares en beneficios, equivalentes a 2,95 dólares por acción, superando los 2,93 dólares por acción estimados, lo que implica un incremento del 10% en las ganancias.
Sin embargo, el dato clave se encuentra en los ingresos por la nube inteligente, que se quedaron en 28.520 millones de dólares, por debajo de los 28.720 millones estimados. En particular, los ingresos de Azure aumentaron un 29%, pero fueron menores al 31% esperado, lo que preocupó a los inversores. El crecimiento del sector de nube inteligente fue del 19%, inferior al de la plataforma «no inteligente» de Azure. Esta decepción en los ingresos del departamento de ‘cloud’ provocó caídas superiores al 7% en el after-hours.
En paralelo, las ventas comerciales de Office aumentaron un 12%, mientras que las ventas directas a consumidores subieron un 3%. Microsoft enfrenta desafíos en el ámbito tradicional de su negocio, con sistemas Windows y ordenadores personales. Las ventas de hardware cayeron un 11%, y los costes de adquisición de tráfico de Bing aumentaron un 19%. En el sector del entretenimiento, los ingresos de Xbox aumentaron un 61%, aunque 58 puntos porcentuales se deben a la compra de Activision, lo que indica un crecimiento real del 3% para la consola de Microsoft.
Además, los costes de capital (inversiones y gastos corrientes) aumentaron a 13.870 millones de dólares, superando los 13.270 millones estimados. Este incremento se debe a una mayor inversión en Inteligencia Artificial, un fenómeno que se está observando en todas las grandes tecnológicas y que empieza a preocupar al mercado.
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