El Gobierno suizo ha anunciado una profunda reforma del marco regulatorio aplicable a los bancos de importancia sistémica, a raíz de las lecciones extraídas del colapso de Credit Suisse. Las nuevas normas, que se someterán a consulta pública este otoño, incluirán requisitos de capital más estrictos, un nuevo régimen para altos ejecutivos del sector financiero, y mayores competencias para FINMA, el supervisor del mercado.
En el caso de UBS, entidad que absorbió a Credit Suisse en 2023, el impacto estimado podría alcanzar los 26.000 millones de dólares (unos 22.740 millones de euros) en capital CET1 adicional, según las autoridades helvéticas. No obstante, este esfuerzo se vería parcialmente compensado por una reducción de hasta 8.000 millones de dólares en instrumentos de capital AT1, lo que aliviaría el coste financiero.
Reforma del régimen “too big to fail”
El Consejo Federal de Suiza ha subrayado que el régimen actual para bancos “demasiado grandes para quebrar” debe ser mejorado para minimizar riesgos sistémicos y proteger tanto al Estado como a los contribuyentes y a la economía. Entre las medidas más destacadas está la deducción completa del valor contable de las filiales extranjeras del capital de la matriz bancaria, en función de las evaluaciones del Banco Nacional Suizo (BNS) y FINMA.
Las autoridades han dejado claro que estas reglas no se implementarán antes de 2028 y que UBS dispondrá de un periodo transitorio de entre seis y ocho años para adaptarse.
UBS responde con críticas a las exigencias de capital
La dirección de UBS ha expresado su apoyo general a la reforma, pero ha rechazado «con rotundidad» el aumento drástico de capital exigido, argumentando que los niveles planteados son desproporcionados y no se ajustan a las normas internacionales.
Sobre la base de los datos del primer trimestre de 2025, UBS calcula que necesitaría mantener un capital CET1 adicional de unos 24.000 millones de dólares proforma (aproximadamente 20.991 millones de euros), si las recomendaciones se implementan sin modificaciones.
Aun así, la entidad mantiene sus objetivos financieros para los próximos años, incluyendo una rentabilidad sobre capital CET1 del 15%, una ratio de costes/ingresos inferior al 70% para 2026, un aumento del 10% del dividendo ordinario por acción y un plan de recompra de acciones de hasta 3.000 millones de dólares.
Las acciones de UBS cerraron la sesión de este viernes con una subida del 3,80%, reflejo de la confianza del mercado en su estrategia de adaptación a las futuras exigencias regulatorias.
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