Unilever recorta ventas en el primer trimestre, pero confía en un impacto «limitado y manejable» de los aranceles

La multinacional británica apuesta cada vez más por la belleza y el bienestar en busca de márgenes más altos que en la alimentación.

UnileverUnilever

El gigante británico del consumo Unilever, propietario de marcas como Knorr, Rexona, Ben & Jerry’s o Dove, ha ingresado 14.800 millones de euros en el primer trimestre, una disminución del 0,9% comparado con el mismo periodo del año anterior, según ha comunicado este jueves la empresa. Pese a la menor facturación, la multinacional mantiene su confianza frente a los aranceles de Donald Trump y confía en que esas medidas tendrán un impacto “limitado y manejable” sobre su rentabilidad en 2025. La multinacional quiere poner el foco en la belleza y el bienestar en busca de mayores márgenes de ganancia.

En términos subyacentes, la cifra de negocio de Unilever creció un 3% interanual —con un aumento del 1,7% en precios y del 1,4% en volumen— siendo especialmente notable su enfoque en el sector de la belleza. Los ingresos en esta categoría crecieron un 2,9%, hasta los 3.280 millones, alcanzando el 22% de su facturación total. Además, productos como el jabón Dove han registrado un incremento de las ventas del 8% en estos primeros meses. En el negocio de helados, los ingresos crecieron un 2,8%, llegando a los 1.800 millones. Sin embargo, en el área de cuidado personal, los ingresos cayeron un 4,4%, hasta los 3.300 millones, y en el negocio de productos para el hogar bajaron un 4,2% hasta los 3.000 millones, principalmente debido a las “dificultades en el mercado brasileño”, según apunta la empresa en el comunicado.

Desde febrero, Unilever había señalado dificultades para aumentar el volumen de ventas. El entonces consejero delegado, Hein Schumacher, advirtió que el ritmo de crecimiento del mercado seguiría siendo lento a corto plazo, y la compañía comunicó pocas semanas después su remplazo por el argentino Fernando Fernández, quien ocupaba el puesto de director financiero. Desde su nombramiento, varios analistas especularon sobre posibles movimientos estratégicos para acelerar la transformación de Unilever y su orientación hacia los negocios de belleza, sectores con márgenes más altos. La empresa había anunciado en marzo de 2024 un importante plan de ajustes que supuso el despido de 7.500 empleados en el mundo.

Por regiones, Europa es la única en la que los ingresos aumentaron (+1,6%), hasta casi 3.000 millones, mientras que las ventas en Asia Pacífico y África bajaron un 2% hasta 6.500 millones, y retrocedieron en América un 1%, hasta 5.500 millones. En el comunicado de prensa, el actual CEO Fernando Fernández asegura que la compañía tiene “intervenciones en marcha” en algunos mercados emergentes para impulsar el crecimiento en lo que resta del año. Estos mercados representan el 58% de la facturación del grupo.

La multinacional espera cerrar el ejercicio 2025 con un crecimiento subyacente de las ventas entre el 3% y el 5%, así como una modesta mejora del margen operativo subyacente respecto al 18,4% de 2024, aunque reconoce que “el entorno macroeconómico, la estabilidad monetaria y la confianza del consumidor siguen siendo inciertos”. En el comunicado, la empresa explica que “ajustará sus planes con agilidad, según sea necesario”.

Por otro lado, Unilever espera completar la separación de su división de helados en el último trimestre del año con un nuevo negocio llamado The Magnum Ice Cream Company, que debería operar de forma independiente a partir del 1 de julio y se registrará como una operación discontinuada a partir del cuarto trimestre.

© Reproducción reservada