Globalvia ha dado un paso significativo al aumentar su participación en Autopista Central Gallega (Acega), la concesionaria de la vía de peaje AP-53, que conecta Santiago de Compostela con Alto de Santo Domingo. La compañía, presidida por Marieta del Rivero y dirigida por Javier Martín Rivals, ha adquirido un 15% adicional del capital, elevando su control hasta el 94,43% de la sociedad.
Esta operación se ha llevado a cabo en el marco de una refinanciación de la deuda de Acega, que ha incluido una ampliación de capital de Tacel Inversiones, accionista único de la autopista. Antes del movimiento, Globalvia poseía el 81,64% de Tacel, mientras que el grupo Itínere mantenía el resto, pero sus participaciones se han diluido considerablemente tras no ejercer su derecho de suscripción en esta ampliación.
La AP-53 es un eje clave en la red de comunicaciones gallega, facilitando el tránsito entre Santiago y Orense, y cuenta con una concesión vigente hasta 2074, con una inversión gestionada que supera los 300 millones de euros.
Como parte del acuerdo, Tacel también ha amortizado un préstamo participativo de 2,387 millones de euros que mantenía con Itínere y Ena Infraestructuras. Este préstamo original, suscrito en 2006 por un importe de 13 millones, se destinó al pago de las obras de construcción y vencía a finales de 2024.
La refinanciación ha supuesto una reducción significativa de la deuda de Acega, que ahora se sitúa en 164 millones de euros, distribuida entre obligaciones y créditos bancarios. Para lograrlo, Globalvia ha aportado un total de 76,6 millones de euros en dos fases de aumento de capital.
Proceso de venta de OPTrust y futuro de Globalvia
El fondo canadiense OPTrust, que posee el 40,32% de Globalvia, continúa con su proceso para vender su participación en la compañía. Ya se han recibido varias ofertas no vinculantes de fondos internacionales como GIC (Singapur), Vauban (Francia), Igneo (Australia) y GIP (Estados Unidos), aunque los derechos de suscripción preferente que tienen los otros accionistas, PGGM y USS, complican la venta.
Este proceso, que arrancó a finales de 2023 con la contratación de Royal Bank of Canada como asesor, se ha visto retrasado por disputas previas en el capital de Globalvia, que se resolvieron en octubre pasado con la venta de su participación en Itínere.
Además, la diversificación de Globalvia hacia sectores como la gestión de autobuses (tras la compra de Go-Ahead) y participación en el operador ferroviario Iryo ha añadido complejidad y riesgos a su perfil, algo que genera reticencias en algunos inversores y afecta la valoración del grupo, que en el mercado se sitúa alrededor de 3.000 millones de euros.
© Reproducción reservada