La inteligencia artificial (IA) promete cambiar profundamente múltiples industrias, y según un informe reciente de Goldman Sachs, el sector petrolero no será la excepción. A pesar de que su impacto en el precio del crudo podría parecer lejano, el banco de inversión estadounidense predice que la IA reducirá el precio del petróleo en la próxima década, impulsando la oferta de manera notable y afectando especialmente a los productores de fracking en Estados Unidos.
Impacto en la oferta y reducción de costes
Según el análisis de Goldman Sachs, la IA contribuirá a reducir los costes de extracción en el fracking mediante mejoras en la logística y la asignación de recursos. De hecho, estiman que hasta un 30% de los costes en los nuevos pozos podría reducirse gracias a la IA, lo que supondría una caída de cinco dólares por barril y un aumento de la productividad del 25% para las empresas que adopten estas tecnologías de forma temprana. Además, la IA también ampliará la «base de recursos recuperables», lo que significa que se podrán extraer mayores cantidades de petróleo con las tecnologías actuales. Goldman Sachs estima que las reservas totales de petróleo de esquisto podrían aumentar entre un 8% y un 20%.
Aumento de la demanda, pero con un impacto limitado
Aunque la IA incrementará también la demanda de crudo, especialmente debido al mayor consumo de electricidad en cuya producción se utiliza petróleo en algunos países, el impacto en la demanda será mucho más modesto que en la oferta. Los analistas del banco pronostican que la IA elevará la demanda mundial en solo 700.000 barriles diarios, lo que representa menos del 1% del consumo actual. Esto contrasta significativamente con el impacto que se espera del aumento de la demanda de electricidad y gas natural, así como con la transición hacia los vehículos eléctricos, que podría eliminar la demanda de unos 8 millones de barriles diarios.
Previsión de precios a la baja
En general, Goldman Sachs anticipa una pequeña caída en el precio del crudo, entre tres y cuatro dólares por barril de Brent hacia 2030, debido a la proliferación de la IA. Esta predicción se suma a la reciente reducción de cinco dólares en las previsiones del banco, situando su estimación en una horquilla de entre 70 y 85 dólares por barril. El estudio enfatiza que la IA representa una continuación de las mejoras de productividad que ya se han visto en el sector del fracking en las últimas décadas, lo que tendrá un efecto desinflacionista en el precio del petróleo.
Contexto actual del mercado petrolero
Este informe llega en un momento en el que los precios del crudo Brent rondan mínimos anuales, cerca de los 70 dólares por barril, influenciados por la desaceleración de la economía china y los esfuerzos de la OPEP+ para sostener los precios mediante recortes de producción. Ni las tensiones en Oriente Medio ni las reducciones temporales en la producción de Libia han logrado revertir esta tendencia.
Proyecciones futuras inciertas
Hacer predicciones a largo plazo sobre el mercado del petróleo es complicado, especialmente en un contexto de transición energética y lucha contra el cambio climático. Mientras ExxonMobil prevé que el consumo diario de petróleo se mantendrá estable en torno a los 100 millones de barriles hasta 2050, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) vislumbra una caída considerable, hasta los 55 millones de barriles diarios con los compromisos actuales de reducción de emisiones, e incluso hasta los 24 millones si se alcanzan los objetivos de cero emisiones netas.
La IA, por tanto, parece destinada a jugar un papel crucial en la reconfiguración del mercado petrolero, aunque su impacto dependerá de múltiples factores, incluidas las condiciones geopolíticas y la transición energética global.
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