Grifols logró ubicarse en máximos de un año y medio, tras escalar un 14,8% en el Ibex 35 desde el pasado 9 de enero.
En la sesión de este miércoles, sus acciones tipo A alcanzaban los 12,195 euros a mediodía, tras avanzar un 5%.
Esta revalorización permite a la farmacéutica catalana compensar la caída del 40,8% que arrastraba en el acumulado de 2024, un ejercicio marcado por la presión bajista y la frustrada operación de compra por parte de Brookfield.
En tan solo unas semanas, la compañía pasó de un desplome del 13,65% en el primer semestre a protagonizar una recuperación sostenida en Bolsa, animada por las perspectivas de mejora operativa y la confianza de analistas como JPMorgan.
Todo esto en la antesala de la presentación de sus resultados semestrales, prevista para el 29 de julio.
Bestinver también incluyó a Grifols entre sus principales apuestas de inversión en el mercado ibérico, junto a otras firmas como Indra o Allfunds.
En su informe mensual de julio, destacó que la recuperación bursátil de Grifols podría consolidarse con unos buenos resultados y una mayor generación de caja, además del próximo lanzamiento de su nuevo producto, el fibrinógeno, tanto en Europa como en EEUU.
El potencial alcista estimado ronda el 30%, situando el precio objetivo en torno a los 14,5 euros por acción.
Balance de Grifols
Barclays resaltó que Grifols podría salir beneficiada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, al señalar que la farmacéutica no se verá afectada por los aranceles estadounidenses, ya que opera en EEUU con plasma local y producción nacional.
La cotización comenzó a repuntar a mediados de abril, en pleno clima arancelario global.
En el primer trimestre del año, Grifols triplicó su beneficio neto hasta los 60 millones de euros, y reafirmó sus previsiones anuales: ingresos cercanos a los 7.700 millones de euros y un Ebitda ajustado de 2.025 millones.
Además, planea reactivar el dividendo en 2025 e incluir recompras de acciones en su estrategia.
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