El Ministerio de Hacienda publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) los modelos de liquidación correspondientes al ejercicio 2024, para la aplicación del nuevo impuesto a la banca.
Esta medida, que sustituye al gravamen temporal de 2022, se aplicará durante tres años, hasta 2027, y grava los ingresos obtenidos en España por entidades financieras, incluidas sucursales extranjeras y establecimientos de crédito.
El tributo, de carácter directo, se calculará sobre el margen de intereses y las comisiones generadas por la actividad desarrollada en el país.
A diferencia del anterior, cuyo devengo se producía el 31 de diciembre, el nuevo modelo lo fija el 1 de enero, lo que obliga al sector a computar ambos impuestos este año.
En la norma se establece que el pago fraccionado se deba realizar durante los primeros 20 días naturales del mes de junio.
El impuesto establece una escala progresiva: 1% para ingresos hasta 750 millones; 3,5% para ingresos entre 750 y 1.500 millones; 4,8% para los que oscilen entre 1.500 y 3.000 millones; 6% para ingresos entre 3.000 y 5.000 millones; y un 7% para quienes superen este último umbral.
En las cuentas del primer trimestre, los principales bancos españoles aún no habían registrado el pago de este impuesto
Cálculos de la banca
El sector prevé abonar 356 millones de euros: CaixaBank 148 millones, Banco Santander 87 millones, BBVA 85 millones, Banco Sabadell y Unicaja 5 millones cada uno.
Bankinter, en cambio, no anotó ninguna cantidad gracias a una de las novedades introducidas: la posibilidad de deducir hasta un 25% en el Impuesto de Sociedades, lo que le ha permitido compensar el 100% de la cuantía.
Aunque Hacienda recaudó el año pasado 1.263 millones por este concepto, la Asociación Española de Banca (AEB) ya anunció su intención de impugnar el modelo de liquidación, único aspecto que la ley permite recurrir.
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