El consejo de administración de Indra ha anunciado la creación de una comisión especial para gestionar los conflictos de interés derivados de la posible operación de integración con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), una decisión clave en un contexto de alta sensibilidad por los vínculos entre ambas compañías.
Esta comisión estará integrada exclusivamente por consejeros independientes, entre ellos Belén Amatriain, quien ejercerá la presidencia, junto a Eva María Fernández, Josep Oriol Piña y Bernardo Villazán. Su función será garantizar la transparencia y el cumplimiento de los estándares de buen gobierno corporativo en todo el proceso.
Una operación bajo lupa
La necesidad de constituir esta comisión responde al hecho de que el actual presidente de Indra, Ángel Escribano, es también copropietario de EM&E junto a su hermano, Javier Escribano, quien además forma parte del consejo de administración de Indra en representación de EM&E.
Cabe destacar que EM&E posee el 14,3% del capital de Indra, lo que la convierte en su segundo mayor accionista, solo por detrás del Gobierno español, que controla el 28% a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Por este motivo, ambos hermanos se están absteniendo de participar en las deliberaciones del consejo relativas a esta posible operación, con el fin de garantizar su neutralidad.
Interés estratégico en defensa
La fusión permitiría a Indra incorporar a su perímetro un negocio de armamento, en línea con su estrategia de expansión en el sector. En los últimos meses, Indra ha creado una nueva división, Weapons & Ammunitions, reforzada recientemente con la adquisición del negocio de drones de Aertec.
EM&E es conocida por desarrollar productos como torretas para tanques y vehículos blindados, y participa activamente en Tess Defence, consorcio responsable de la fabricación de los vehículos militares 8×8 Dragón y el Vehículo de Apoyo Cadenas (VAC) para el Ejército español. Ambos contratos están valorados en alrededor de 2.000 millones de euros cada uno.
Una fusión con “valor añadido”
El consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, ha asumido el liderazgo de esta potencial operación. Durante la presentación de resultados del segundo trimestre, De los Mozos reconoció abiertamente los retos que implica gestionar los conflictos de interés, pero también subrayó que esta fusión representaría un «valor añadido» en el objetivo de posicionar a Indra como empresa tractora del sector defensa en España.
El protocolo aprobado por el consejo establece el marco de actuación y decisión de esta operación, buscando preservar la integridad del proceso en un contexto de gran exposición pública y regulatoria.
Con esta iniciativa, Indra refuerza su compromiso con la transparencia, el control ético y el cumplimiento normativo, elementos clave en una operación que podría redefinir el mapa industrial de la defensa en España.
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