Indra Indra ha decidido echar una mano a Duro Felguera, y lo hace con una jugada clave: comprar una gran fábrica en Gijón y transformarla en un centro para producir vehículos militares. El presidente de Indra, Ángel Escribano, confirmó la operación en el Congreso y explicó que permitirá salvar entre 120 y 150 empleos.
Todo apunta a que la planta en cuestión es El Tallerón, una de las mayores fuentes de pérdidas para Duro Felguera. La idea es darle un nuevo aire y que pase de ser un lastre financiero a un activo clave en la industria de defensa.
Competencia con ellos mismos
Indra ya tenía en mente otra compra: el negocio de Santa Bárbara Sistemas en Trubia (Oviedo), donde se fabrican los blindados 8×8 Dragón para el Ejército español a través del consorcio Tess Defence. Ahora, con la fábrica de Gijón en sus manos, Indra competirá consigo misma en este mercado.
La nueva apuesta: Indra Land Vehicles
Pero la gran noticia no termina ahí. Indra ha anunciado la creación de una nueva división: Indra Land Vehicles, especializada en vehículos militares terrestres y con fuerte presencia en Asturias. El objetivo es recuperar la capacidad industrial y hacer que la empresa pueda encargarse de todo el proceso: desde el diseño hasta el montaje, integración de sistemas y mantenimiento.
Escribano lo dejó claro en su intervención: «No ser autónomos nos hace perder valor y autonomía estratégica. Queremos que Indra vuelva a ser un gigante industrial«.
Sepi, la gran protagonista en la sombra
Detrás de esta operación hay un importante componente público. Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) es el principal accionista de Indra y, si todo sigue el curso previsto, también lo será de Duro Felguera. De hecho, la Sepi está negociando la conversión en acciones de los 100 millones de euros que prestó a Duro Felguera durante la pandemia.
El problema es que la ingeniería asturiana tiene un valor bursátil inferior a 60 millones, así que antes de tomar el control, los consejeros de Sepi quieren un plan de negocio creíble para garantizar que la inversión tenga sentido.
Minsait y la apuesta por la IA
Además de su ofensiva en el sector de defensa, Indra también está revolucionando Minsait, su filial tecnológica. Escribano presentó IndraMind, una plataforma de inteligencia artificial diseñada para automatizar operaciones críticas y mejorar la toma de decisiones.
«Minsait no se vende, la estamos transformando en una compañía de mayor valor«, afirmó Escribano, dejando claro que esta filial seguirá siendo una pieza clave en el futuro del grupo.
De satélites a blindados: el futuro de Indra
Indra sigue expandiéndose en el sector aeroespacial. Tras la compra de Hispasat, Hisdesat y Deimos, la empresa quiere consolidarse como un referente en construcción de satélites, combinando usos civiles y militares para garantizar el control de las comunicaciones estratégicas.
El crecimiento de la compañía va a toda máquina. Los resultados de 2024 han sido excelentes, y Escribano ya ha adelantado que su meta de facturar 10.000 millones en 2028 se alcanzará dos años antes.
En resumen: Indra está acelerando su expansión en defensa, tecnología e industria aeroespacial. Con la compra de la fábrica en Gijón, la creación de Indra Land Vehicles y la reinvención de Minsait, se posiciona como el gran motor industrial de España en los próximos años.
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