JPMorgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos por volumen de activos, registró un beneficio neto de 14.987 millones de dólares (13.199 millones de euros) entre abril y junio de 2025, lo que representa una caída del 17,4% interanual frente al récord alcanzado en el mismo periodo del año anterior.
A pesar del retroceso, el presidente y consejero delegado de la entidad, Jamie Dimon, destacó que «reportamos otro trimestre de sólidos resultados», subrayando la robustez operativa del grupo incluso en un contexto de menor dinamismo de ingresos.
En ese sentido, los ingresos netos del trimestre se situaron en 44.912 millones de dólares (38.459 millones de euros), un 10,5% menos que en 2024. Dentro de esa cifra, los ingresos por intereses netos aumentaron hasta 23.209 millones (19.874 millones de euros), mientras que el resto de ingresos, al margen de intereses, descendieron un 21%, hasta 21.703 millones (18.585 millones de euros).
En cuanto al riesgo de crédito, la entidad destinó 2.849 millones de dólares (2.439 millones de euros) a provisiones en el trimestre, un 7% menos que el año anterior.
Resultados de JPMorgan
Con estos resultados, el beneficio neto acumulado del primer semestre alcanzó los 29.630 millones de dólares (25.373 millones de euros), un 6,1% menos que en los primeros seis meses de 2024. Los ingresos netos semestrales también disminuyeron, un 2%, hasta los 90.222 millones de dólares (77.260 millones de euros). Las provisiones por riesgo en ese período subieron un 25%, hasta 6.154 millones (5.270 millones de euros).
En materia de solvencia, JPMorgan cerró el trimestre con un ratio CET1 del 15%, cifra que, según Dimon, «sigue superando con creces los niveles de capital requeridos».
Respecto a la situación macroeconómica, Dimon señaló que «la economía estadounidense se mantuvo resiliente durante el trimestre». Asimismo, apuntó que «la finalización de la reforma fiscal y la posible desregulación son positivas para las perspectivas económicas», aunque advirtió que existen amenazas como «los aranceles y la incertidumbre comercial, el empeoramiento de las condiciones geopolíticas, los elevados déficits fiscales y el aumento de los precios de los activos».
El directivo concluyó: «Como siempre, esperamos lo mejor, pero preparamos a la firma para una amplia gama de escenarios».
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