El mercado ha hablado y lo ha hecho alto y claro: la posible llegada de Luca de Meo como CEO de Kering ha entusiasmado a los inversores. Las acciones del grupo francés del lujo, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga, Yves Saint Laurent o Bottega Veneta. Llegaron a subir este lunes hasta un 8,2% en la apertura de la Bolsa de París, marcando uno de los mejores arranques de jornada para la compañía en los últimos tiempos.
La subida llega después de que el diario francés Le Figaro publicara que De Meo sería el elegido para sustituir a François-Henri Pinault como consejero delegado del grupo. De Meo, de 58 años, acaba de anunciar su dimisión como CEO de Renault, que será efectiva a partir del 15 de julio. Con su marcha de la automovilística francesa, el movimiento hacia el mundo del lujo no parece tan descabellado: hablamos de un ejecutivo con amplia experiencia en liderar marcas globales, con pasos por Fiat, SEAT o Renault.
El presidente de Kering separa ambos cargos
Por su parte, François-Henri Pinault, actual presidente y CEO de Kering, de 63 años, habría decidido separar ambos cargos para mantenerse únicamente como presidente del grupo, en una estrategia que busca redefinir la dirección de la compañía tras un periodo de altibajos. Según el propio Le Figaro, la oficialización del fichaje podría llegar en los próximos días.
Además de medios franceses, Bloomberg también se hace eco del futuro fichaje de De Meo, citando fuentes cercanas a la operación. De confirmarse, Kering apostaría por una figura con perfil muy diferente al habitual en la industria del lujo, pero con contrastada capacidad para darle la vuelta a negocios complejos.
Esta reestructuración llega en un momento clave para Kering, que aunque sigue siendo un actor relevante del sector, ha perdido algo de ritmo frente a competidores como LVMH. Las ventas de Gucci, su marca estrella se han ralentizado, y la presión por reinventarse sin perder su esencia está más presente que nunca.
La llegada de De Meo podría aportar aire fresco y una visión más estratégica a largo plazo, algo que los inversores parecen valorar positivamente. Con este movimiento, Kering manda un mensaje claro: está lista para cambiar el paso y volver a pisar fuerte en el tablero del lujo global.
© Reproducción reservada