El fondo de inversión L. Catterton, vinculado al gigante del lujo LVMH (sí, los de Louis Vuitton), ha decidido poner en venta su participación mayoritaria en la cadena española de hamburgueserías Goiko. Este movimiento llega tras casi siete años desde que aterrizó en el capital de la compañía, que fue fundada por el venezolano Andoni Goicoechea en 2013.
Catterton controla el 80% de Goiko y ya ha dado el pistoletazo de salida a la operación, encargando el proceso al banco internacional Rothschild y a Arcano. El objetivo está claro: salir con beneficios tras valorar la compañía en más de 100 millones de euros cuando entraron. Los cuadernos de venta ya están en manos de posibles compradores, y la misión es cerrar con un buen retorno, especialmente ahora que el consumo en España parece estar remontando.
Goiko: un balance en orden, pero con retos por delante
Antes de activar la venta, L. Catterton puso las cuentas de Goiko en su sitio. Refinanciaron buena parte de la deuda que tomaron con Capza para la compra, aunque el reto sigue siendo reducir el apalancamiento, que creció debido a la pandemia y la expansión agresiva de la marca.
Por su parte, Alejandro Hermo, CEO desde hace menos de un año y exdirectivo de McDonald’s, ya adelantó que este momento estaba cerca: «A partir de los siete años, vender una inversión se complica, pero puede que ahora sea el momento adecuado, con la mejora de los datos macroeconómicos y el repunte del consumo en España«.
Un gigante en expansión (con obstáculos en el camino)
Goiko ha crecido a lo grande. La cadena cuenta con 129 restaurantes (seis bajo su línea Basics de hamburguesas smash) y espera abrir su número 130 antes de abril. Además, planea estrenarse en Portugal, aunque no todo ha sido un camino de rosas: su esperado local de 700 metros cuadrados en la Puerta del Sol de Madrid lleva atascado en trámites administrativos desde finales de 2023.
En 2023, Goiko registró ventas de 138 millones de euros, un 8,6% más que el año anterior, aunque su resultado de explotación fue negativo. Eso no ha frenado a la marca, que sigue apuntando alto tras no lograr su debut en Italia y que busca consolidar su modelo de negocio.
Un mercado saturado, pero con actividad
La venta de Goiko se enfrenta a un mercado complicado, con muchos fondos aun digiriendo las operaciones de años pasados. Ejemplos sobran: Miura Capital pausó la venta de Saona, y procesos como los de Casacarmen y La Flauta siguen en el aire.
Aun así, no todo está parado. Act III, un fondo de capital permanente, entró en Honest Greens, la cadena de sushi Sibuya está buscando socio para crecer, y el grupo de Dani García logró el respaldo de Kharis Capital, que apuesta fuerte por la restauración organizada.
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