La multinacional energética italiana Eni ha anunciado una ambiciosa meta: lograr que sus unidades enfocadas en la transición energética generen beneficios operativos equivalentes a los de su negocio tradicional de petróleo y gas para el año 2035, según adelante Financial Times. El anuncio forma parte de una estrategia más amplia para transformar a Eni en una compañía centrada en la rentabilidad verde a largo plazo.
Según sus proyecciones, las unidades Enilive (biocombustibles, movilidad sostenible) y Plenitude (energías renovables y estaciones de carga eléctrica) serán capaces de duplicar su EBITDA en la próxima década. Actualmente, ambas filiales combinadas generan cerca de €1.000 millones en beneficios anuales, frente a los €6.600 millones que provienen del negocio fósil, lo que representa un desafío considerable.
“La transición energética no es solo una obligación climática, sino una oportunidad económica real”, afirmó el CEO de Eni, Claudio Descalzi, durante la presentación de resultados semestrales. “Nuestras inversiones están pensadas para construir valor sostenible y atraer capital externo sin comprometer la solidez financiera.”
Un elemento distintivo de la estrategia de Eni es su modelo “satélite”, que consiste en lanzar filiales con enfoques híbridos: negocios verdes respaldados por flujos de caja estables provenientes de unidades tradicionales. Esta táctica ha permitido a Eni captar €3.800 millones en inversiones en lo que va del año, a través de asociaciones con fondos como KKR y Energy Infrastructure Partners, valorando sus filiales verdes en €22.000 millones.
Además, la empresa ha creado una nueva división enfocada en captura y almacenamiento de carbono (CCUS) y centros de datos de baja huella ambiental, con sede en el norte de Italia. Esta nueva apuesta tecnológica se alinea con la visión de Eni de liderar la transición energética en Europa, no solo desde el punto de vista operativo, sino también en innovación.
Con esta hoja de ruta, Eni se desmarca del enfoque conservador de otras petroleras europeas y se posiciona como una de las primeras en proyectar una paridad total de beneficios entre energías limpias y fósiles en menos de una década.
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