La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha avanzado en la eliminación de restricciones para Telefónica, anteriormente un monopolio y la principal compañía de telecomunicaciones en España. En esta ocasión, la CNMC ha decidido desregular el mercado de líneas alquiladas troncales, que son conexiones de banda ancha de alta capacidad utilizadas por los operadores para complementar segmentos de sus redes troncales, a menudo a través de cables submarinos. Esta medida elimina las obligaciones previamente impuestas a Telefónica, según el comunicado del regulador emitido el martes.
En España, el mercado de las líneas alquiladas troncales ya estaba en gran parte desregulado, salvo en nueve rutas submarinas que conectan las islas menores de los archipiélagos balear (rutas Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera) y canario (Gran Canaria-Lanzarote, Gran Canaria-Fuerteventura, Tenerife-La Palma, Tenerife-La Gomera y La Gomera-El Hierro), así como las que unen Ceuta y Melilla con la Península. En estas rutas, Telefónica tenía la obligación de ofrecer a otros operadores líneas troncales de alta capacidad a precios regulados por la CNMC.
La CNMC ha observado en su análisis que en estos territorios se han desarrollado significativamente las redes de banda ancha de nueva generación, especialmente de fibra óptica, alcanzando niveles de penetración superiores a la media nacional en varios de estos lugares.
Rutas submarinas
En todas las rutas, con excepción de la que conecta La Gomera con El Hierro, se han instalado o se planea instalar nuevos cables alternativos a los de Telefónica por parte de diferentes entidades (Canalink, Reintel, GTD y la Ciudad Autónoma de Melilla).
«La experiencia en las cuatro rutas submarinas previamente desreguladas (Península-Mallorca, Mallorca-Ibiza, Península-Canarias y Gran Canaria-Tenerife) demuestra que la introducción de nuevos cables submarinos alternativos a los de Telefónica aumenta notablemente la competencia en este mercado mayorista», afirmó la CNMC. En este contexto, el regulador ha decidido eliminar las obligaciones impuestas a Telefónica en un plazo de seis meses, aunque continuará monitoreando la «dinámica competitiva» en estas rutas una vez desregulado el mercado.
Las redes de cable submarino son uno de los activos más importantes de Telefónica, aunque la mayoría de estas infraestructuras están gestionadas por Telxius, la filial de la compañía en la que Telefónica posee el 70% y Pontegadea, la sociedad inversora de Amancio Ortega, el 30%. A finales de junio, la CNMC eliminó las obligaciones de Telefónica de proporcionar acceso a su red telefónica fija a los operadores alternativos que ofrecen telefonía fija a través de la red de cobre (empaquetada o no con banda ancha) cuando no tienen conexión directa con el cliente. Hasta entonces, Telefónica estaba obligada a permitir este acceso a un precio mayorista regulado.
Además, el regulador lanzó en julio una consulta pública para actualizar la metodología de análisis sobre la replicabilidad de las ofertas de fibra óptica de Telefónica por otros operadores, proponiendo un nuevo enfoque que otorgará a la compañía «mayor flexibilidad» en el diseño de su oferta comercial, dado que hasta ahora estaba sujeta a ciertas obligaciones.
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