La CNMC planea la total liberalización de la fibra para después del verano

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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha tenido que revisar las regulaciones existentes debido a la creciente capacidad operativa de MásMóvil tras su fusión. Este cambio regulatorio beneficia principalmente a Telefónica, proporcionándole más flexibilidad y rapidez para competir en el mercado sin las actuales restricciones impuestas por la CNMC.

Recientes transformaciones en el sector de telecomunicaciones español han llevado a la CNMC a reevaluar el estado del mercado. Según informa el diario Expansión, el regulador planea liberalizar el mercado de banda ancha residencial de fibra después del verano.

Estos cambios son respuesta a las dinámicas del mercado y se dan después de observar el impacto de las recientes fusiones. Desde 2016 hasta 2021, ya se habían iniciado procesos de desregulación, pero solo después de evaluar las últimas fusiones se ha decidido implementar cambios necesarios para mantener la competitividad del sector.

En un futuro próximo, la CNMC llevará a cabo una consulta pública con los actores del sector y, posteriormente, enviará a Bruselas una nueva propuesta regulatoria. Esta propuesta establecerá las bases de la nueva regulación del mercado, que deberá ser aprobada por la entidad europea, con esperanzas de que esté ratificada para finales de 2024 o principios de 2025.

La fusión de MásOrange y Orange, que posicionó al nuevo conglomerado como líder en el mercado español de telecomunicaciones, y el aumento en el despliegue de redes de fibra, han sido los catalizadores de este cambio regulatorio. Estos desarrollos han llevado a la creación de hasta una docena de mayoristas independientes desde la última revisión en 2021.

Telefónica, principal beneficiada

Con la desregulación del mercado, Telefónica emerge como la principal beneficiada, ganando capacidad para competir más efectivamente con sus rivales.

Cuando MásOrange fue formado, superó los 30 millones de clientes de móvil y 7.3 millones de banda ancha, con una cuota de mercado superior al 40%, mientras que Telefónica contaba con menos de 6 millones de clientes de banda ancha fija y 20.15 millones de líneas móviles. Esta nueva realidad hacía cuestionar la pertinencia de las regulaciones anteriores a las que estaba sujeta Telefónica.

La normativa vigente impone a Telefónica un retraso de 30 días para añadir nuevas tarifas y de 15 días para promociones temporales, ya que todo debe ser aprobado por la CNMC. Además, las condiciones de sus servicios deben ser tales que sus rivales puedan replicar las ofertas, limitando su capacidad de competir.

Con el avance de la política de desregulación de la CNMC, Telefónica podrá incrementar su agilidad comercial, respondiendo de manera más efectiva a las acciones de sus competidores y mejorando su posición en el mercado.

Este es un momento clave tras la fusión entre Orange y MásMóvil, y será crucial ver si realmente existen operadores alternativos capaces de competir efectivamente con Telefónica sin depender de una red mayorista.

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