La fusión entre Iberdrola y su filial estadounidense, Avangrid, ha entrado en su fase final tras el reciente registro del folleto de la operación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Este paso crucial marca un avance significativo hacia la culminación de una transacción que promete consolidar la posición de Iberdrola en el mercado energético norteamericano.
El comité especial de la fusión, compuesto exclusivamente por consejeros independientes de Avangrid, junto con Moelis, el banco de inversión asesor, ha dado su visto bueno a la oferta planteada por la empresa española. Según los informes, la contraprestación propuesta es considerada «justa desde un punto de vista financiero» para los accionistas de Avangrid. Este respaldo se fortaleció tras una reunión el pasado 9 de abril con Qatar Investment, el segundo mayor accionista de la compañía y el principal accionista de Iberdrola, para discutir los detalles de la fusión.
Una vez que la SEC apruebe el folleto, un proceso que podría tardar entre 6 y 8 semanas, Avangrid convocará una Junta General de Accionistas para ratificar el acuerdo. Paralelamente, Iberdrola ya ha presentado las solicitudes de aprobación ante la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC) y las comisiones regulatorias estatales de Maine y Nueva York. Estas solicitudes están avanzando según lo previsto, y no se espera oposición significativa, dado que Avangrid ya está, en la práctica, bajo el control de Iberdrola.
Las claves de la operación
El 17 de mayo, Iberdrola firmó un acuerdo vinculante para adquirir la participación minoritaria de Avangrid que aún no controla. El Consejo de Administración de Avangrid aprobó la transacción tras la recomendación del comité especial de la fusión. Para fortalecer su oferta, Iberdrola elevó el precio a 35,75 dólares por acción, mejorando la propuesta inicial de 34,25 dólares por título. Esta nueva oferta representa una inversión de 2.551 millones de dólares (aproximadamente 2.400 millones de euros) y una prima cercana al 12% respecto a la cotización media del último mes previo al anuncio. Además, la contraprestación no estará sujeta a ajustes si Avangrid distribuye dividendos conforme a su política habitual antes de la finalización de la fusión. Avangrid continuará pagando dividendos trimestrales hasta un máximo de 0,44 dólares por acción hasta que se complete la transacción, incluyendo un dividendo proporcional para el trimestre del cierre.
Impresiones en el mercado
El mercado muestra confianza en el éxito de la operación, reflejado en la cotización actual de Avangrid, que se sitúa en torno a los 35,3 dólares por acción, apenas por debajo del precio ofrecido en la fusión. Tras el cierre de la operación, se solicitará la exclusión de las acciones de Avangrid de la Bolsa de Nueva York, consolidando así la integración completa de la filial bajo el control de Iberdrola.
Según los detalles del folleto, la valoración de la operación incluye la posible venta del 60% del capital de una cartera de renovables, lo que podría generar significativos beneficios adicionales y potenciar la capacidad de inversión en nuevos proyectos sostenibles.
Con todos estos pasos en marcha, la fusión entre Iberdrola y Avangrid no solo reforzará la presencia de la compañía española en el mercado estadounidense, sino que también subraya su compromiso con la expansión y liderazgo en el sector de las energías renovables a nivel global.
© Reproducción reservada