La caída de los precios de la electricidad y los alimentos ha permitido que la inflación en España se desacelere seis décimas el mes pasado, situando la tasa general en el 2,8%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este martes que el aumento de precios en el sector alimentario ha alcanzado su nivel más bajo en tres años, impulsado por la reducción en el costo del aceite de oliva, tras la eliminación temporal del IVA por parte del Gobierno, y por la disminución en los precios de las frutas.
Mientras que la inflación se modera en España, la situación es distinta en otras economías importantes de la región, y sigue estando lejos del objetivo de estabilidad del Banco Central Europeo (BCE). El BCE enfrentará un reto complicado en septiembre, cuando su consejo de gobierno se reúna nuevamente después del receso de verano.
La disminución de los precios en España contrasta con un incremento de la inflación en Alemania durante el mismo mes. Los precios en la principal economía de la Eurozona subieron una décima, alcanzando el 2,3%, tras una nueva contracción del PIB en el segundo trimestre, según los datos de Destatis, la oficina de estadísticas alemana.
Estancamiento alemán
Alemania, que tradicionalmente ha sido la potencia económica de Europa, sigue enfrentando dificultades en su sector industrial, afectado por los altos tipos de interés y la volatilidad de los precios energéticos. El estancamiento alemán ha sido parcialmente compensado por el crecimiento de otras grandes economías, como la española (que registró un aumento trimestral del 0,8% entre abril y junio), la resistencia de la economía italiana (0,2%) y el avance de la francesa (0,3%).
Esto ha permitido que el área del euro en su conjunto creciera un 0,3% en ese periodo. Sin embargo, el BCE y otros organismos han advertido que los riesgos para el crecimiento podrían aumentar en la segunda mitad del año. En Alemania, la confianza de los inversores ha registrado en agosto su mayor descenso en más de dos años, según datos del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW).
Esto se debe a la incertidumbre generada por la política monetaria, los datos económicos de Estados Unidos y la preocupación por el conflicto en Oriente Medio. Esta debilidad económica contrasta con la fortaleza del mercado laboral en la Eurozona, donde la tasa de paro se situó en el 6,5% en junio, cerca de sus mínimos históricos.
El crecimiento del empleo y el aumento de los salarios están manteniendo la inflación en los servicios en niveles elevados, lo que podría ser un obstáculo importante para el BCE en su intento de llevar la inflación a su meta a medio plazo del 2%.
En la próxima reunión, el BCE, que ha reiterado su enfoque basado en datos, contará con más información para realizar su diagnóstico, incluyendo nuevas previsiones macroeconómicas para la Eurozona y datos actualizados sobre los salarios.
Por ahora, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha indicado que se espera una inflación del 2% en 2025, lo que podría abrir la puerta a una reducción de los tipos de interés en septiembre, según algunos analistas del mercado. Otro factor importante es la política de la Reserva Federal de EE.UU., que también podría influir en las decisiones del BCE.
Recorte de tipos en EE.UU.
«La probabilidad de un recorte de tipos en EE.UU. aumentó a principios de verano tras observar que los datos de inflación eran mejores de lo previsto y que el mercado laboral se debilitaba gradualmente, aunque de manera limitada», señaló Mauro Valle, responsable de renta fija en Generali AM. Jerome Powell, presidente de la Fed, ha subrayado que sus decisiones se basarán en un equilibrio cuidadoso entre estos factores.
A la espera de las decisiones de los bancos centrales, la disminución del IPC interanual en julio ha permitido que la inflación en España encadene dos meses consecutivos de descensos, tras las subidas registradas en marzo, abril y mayo. La tasa general del IPC se sitúa ahora en su nivel más bajo desde febrero.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos frescos y de la energía, se redujo dos décimas respecto al mes anterior, situándose también en el 2,8%, su nivel más bajo desde enero de 2022. En julio, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que Eurostat utiliza para comparar la inflación entre países, se situó en el 2,9% interanual, siete décimas menos que en junio.
Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destacan que los datos de inflación reflejan la capacidad de la economía española para combinar un alto crecimiento económico con la moderación de los precios, como lo demuestra el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre.
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