Wallapop aprueba la oferta de Naver pese a la amenaza de impugnación de minoritarios

WallapopAitor Estévez

La junta de accionistas de Wallapop ha dado luz verde este viernes a la oferta de compra por 600 millones de euros presentada por el grupo surcoreano Naver, uno de los accionistas de referencia a través de su vinculación con el fondo C-Fund-Korelya, que controla cerca del 30% del capital, según adelanta Cinco Días.

La operación ha generado un fuerte malestar entre varios inversores, especialmente porque el valor ofrecido está muy por debajo de los 806 millones de euros que se establecieron en la última ronda de financiación de principios de 2024, en la que participó el ICO.

Según fuentes del mercado, la oferta fue aprobada con el voto favorable de la mayoría de accionistas, encabezados por los fondos Accel e Insight WP, que suman más del 28% del capital. En cambio, el fondo 14W, con un 18% de participación, junto a otros socios minoritarios, votaron en contra, mientras que el ICO y otros pequeños accionistas optaron por la abstención.

Un punto clave es que, hasta el momento, C-Fund-Korelya no ha ejercido su derecho a voto debido a un posible conflicto de interés por su vinculación directa con Naver. Sin embargo, tiene plazo para votar hasta la medianoche.

En este contexto, algunos expertos y accionistas críticos sostienen que, sin el voto favorable de Korelya y con la abstención del ICO, la venta con derecho de arrastre no podría aprobarse válidamente. Según el pacto de socios de Wallapop, para ejercitar ese derecho se requiere una mayoría de más del 50% en acciones tipo G con derecho a voto, así como mayoría similar en acciones ordinarias y en participaciones preferentes.

Se argumenta que, dado el conflicto de interés, Korelya no debería participar en la votación sobre el derecho de arrastre, mientras que el ICO, poseedor del resto de las acciones tipo G, se ha abstenido, incumpliendo así los requisitos para validar la operación.

En consecuencia, varios accionistas minoritarios han advertido que podrían iniciar acciones legales para impugnar la aprobación y se reservan el derecho a no firmar el contrato de compraventa bajo las condiciones actuales de la oferta de Naver.

El futuro de la transacción, por tanto, sigue siendo incierto y dependerá de cómo se resuelva la votación pendiente y las posibles reclamaciones judiciales de los inversores disconformes.

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