La producción industrial en España sigue creciendo, aunque con un ritmo más moderado. El Índice General de Producción Industrial (IPI) aumentó un 2,3% en julio respecto al mismo mes de 2024, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa representa una caída de 2,2 puntos porcentuales respecto al 4,5% de junio, marcando un freno en el impulso que llevaba el sector, aunque aún acumula dos meses consecutivos de incrementos.
Sectores y tendencias
El análisis por ramas apunta a una dinámica desigual dentro del sector industrial:
Bienes intermedios: continúan liderando el crecimiento, impulsados por la recuperación de la demanda industrial y las exportaciones, especialmente hacia la Unión Europea y mercados emergentes.
Bienes de consumo: muestran un comportamiento más estable, con incrementos moderados, reflejando la prudencia del consumidor ante la inflación contenida pero persistente.
Bienes de equipo y energía: registran altibajos, afectados por la evolución de los precios energéticos y las inversiones empresariales en transición ecológica y digitalización.
El freno en el ritmo de crecimiento del IPI indica que, aunque la producción industrial española mantiene su resiliencia, factores como la desaceleración económica global y la incertidumbre en los mercados internacionales empiezan a tener impacto en la expansión del sector.
Perspectivas económicas y mercado laboral
El sector industrial sigue siendo un termómetro clave de la economía, ya que su comportamiento anticipa cambios en el empleo, la inversión y las exportaciones. La moderación en julio no significa un retroceso, sino un ajuste a un crecimiento más sostenible, que podría consolidar la recuperación industrial a medio plazo.
Además, la continuidad del crecimiento industrial contribuye a mantener la estabilidad en el empleo manufacturero, que en los últimos trimestres ha mostrado cifras sólidas, reforzando el consumo interno y el dinamismo de la economía española.
© Reproducción reservada