GettyImagenLa Comisión Europea sancionó con 329 millones de euros a las plataformas Glovo y Delivery Hero por vulnerar las normas comunitarias de competencia.
Según informó Bruselas, ambas empresas habrían llevado a cabo una serie de prácticas ilegales entre julio de 2018 y julio de 2022 que afectaron al mercado de la entrega de comida a domicilio en el Espacio Económico Europeo (EEE).
La investigación concluyó que, tras la adquisición progresiva de Glovo por parte de la multinacional alemana Delivery Hero —primero con una participación minoritaria y más tarde con el control total—, ambas compañías sustituyeron sus restricciones competitivas iniciales por lo que la Comisión describe como “una coordinación anticompetitiva de múltiples capas”.
En concreto, Bruselas identificó tres tipos de infracciones. La primera consistió en cláusulas mutuas que impedían a cada empresa contratar empleados de la otra. Si bien estas limitaciones comenzaron afectando a cargos estratégicos, acabaron extendiéndose a gran parte del personal, restringiendo así la movilidad laboral y el acceso a talento dentro del sector.
El segundo comportamiento sancionado fue el intercambio de información empresarial confidencial.
Ambas firmas compartieron datos clave como precios, costes, estrategias comerciales o capacidad operativa, lo cual les permitió ajustar su comportamiento en el mercado de forma coordinada y evitar la competencia directa.
Por último, se detectaron pactos para repartirse mercados nacionales del EEE.
Esto implicaba no competir entre ellas en determinados países o coordinar la entrada en mercados donde aún no estaban presentes, debilitando la oferta para los consumidores y limitando la innovación.
La multa contra Glovo
Como resultado de estas prácticas, la Comisión impuso multas por un total de 329 millones de euros.
Delivery Hero deberá pagar 223,2 millones, mientras que la sanción a Glovo asciende a 105,7 millones.
Ambas compañías se han beneficiado de una reducción del 10% en la cuantía final tras admitir su participación en los hechos y colaborar con la investigación europea.
Esta decisión marca un nuevo precedente en el control de la competencia dentro del sector digital, especialmente en un mercado tan dinámico como el de las plataformas de reparto.
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