El 27% de los líderes empresariales europeos ya consideran las tensiones geopolíticas como uno de los mayores riesgos para sus compañías, según el último informe elaborado por BDO, una de las firmas globales más importantes en servicios profesionales. Factores como el conflicto entre Israel y Palestina o la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. son clave en esta creciente preocupación.
Aunque el riesgo regulatorio se mantiene como el principal desafío empresarial (37%), tal y como ocurrió el año pasado, la posibilidad de una guerra comercial y los recientes movimientos políticos internacionales están intensificando la sensación de inseguridad entre las empresas. Ambos riesgos —regulatorio y geopolítico— están íntimamente relacionados, ya que las decisiones legislativas de EE. UU. se están orientando en sentido opuesto al marco regulador europeo, lo que genera incertidumbre y dificulta el cumplimiento normativo en Europa.
“En un entorno internacional cada vez más complejo, es esencial que las compañías trabajen proactivamente en la gestión de riesgos para garantizar la continuidad y el éxito de sus negocios”, ha afirmado Enric Doménech, socio responsable de Risk Advisory Services de BDO en España. “La capacidad de anticiparse a escenarios de inestabilidad política y adaptar las estrategias empresariales con agilidad marcará la diferencia entre empresas resilientes y vulnerables”, añadió.
Hay empresas que no están preparadas para cambios drásticos
El informe alerta de que muchas empresas podrían no estar preparadas para cambios drásticos en las relaciones geopolíticas. Como medidas frente a este riesgo, los directivos destacan como principales prioridades:
Fortalecer los vínculos con los reguladores locales
Aprovechar herramientas de pronóstico y monitoreo del riesgo
Sin embargo, apenas el 34% de los encuestados incluye la diversificación de la cadena de suministro entre las estrategias a adoptar, a pesar de que esta fue una de las lecciones clave tras la guerra arancelaria impulsada por Trump. La sensación de vulnerabilidad sigue creciendo, por lo que es previsible que este porcentaje aumente en el segundo semestre de 2025, conforme las tensiones comerciales y políticas se intensifiquen.
El estudio de BDO deja claro que las empresas europeas son cada vez más conscientes del riesgo geopolítico, aunque muchas aún no están suficientemente preparadas para escenarios extremos. En este contexto, el informe recomienda que las organizaciones:
Replanteen sus prioridades estratégicas
Incorporen la gestión dinámica de riesgos en sus procesos
Apoyen sus decisiones en tecnologías como la inteligencia artificial
Solo así, concluye BDO, las compañías estarán mejor preparadas para adaptarse y prosperar en un contexto internacional marcado por la volatilidad y la complejidad creciente.
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