El horizonte de Madrid está en constante evolución, y el último capítulo de esta metamorfosis urbana se escribe en torno a la Ermita del Santo. El Ayuntamiento ha dado el visto bueno a un plan de transformación que promete no solo revitalizar un área en declive, sino también redefinir el perfil arquitectónico de la capital.
Con más de 44.000 metros cuadrados de terreno en juego, esta iniciativa abarca una amplia gama de cambios que van más allá de lo puramente edilicio. En el centro de esta metamorfosis se erigirán dos imponentes torres, con hasta 23 pisos cada una, que se alzarán en dirección norte-sur, convirtiéndose en nuevos hitos del siempre cambiante skyline de Madrid.
Las claves del nuevo proyecto de la capital
El enfoque residencial del proyecto es claro: se construirán 548 viviendas en total, con el objetivo de atraer a nuevas familias al barrio, especialmente a las más jóvenes. Pero la inclusión social no se ha dejado de lado, reservando el 29% de estas viviendas para aquellas personas con rentas más bajas, proporcionando así un impulso vital a la diversidad socioeconómica del área.
Sin embargo, este ambicioso plan va más allá de la mera construcción de viviendas. Se trata de una transformación integral que abarca la revitalización de un complejo comercial y deportivo que languidecía desde hace más de 16 años. En su lugar, surgirá un nuevo epicentro urbano, con espacios verdes, zonas de recreo y una amplia gama de servicios comunitarios, todo un arte.
Los pilares fundamentales
La sostenibilidad y la eficiencia energética son pilares fundamentales de este renacimiento urbano. La arquitectura bioclimática y la instalación de cubiertas vegetales en los edificios no solo contribuirán al bienestar de los residentes, sino que también ayudarán a reducir la huella ambiental de la nueva infraestructura.
La creación de una plaza de barrio, calles peatonales y conexiones verdes con Madrid Río y otros parques circundantes configuran un entorno que promueve la movilidad sostenible y la interacción comunitaria. La conexión entre espacios verdes, la creación de un corredor verde y la incorporación de nuevas áreas públicas son prueba de un compromiso municipal con el bienestar de sus ciudadanos y el medio ambiente.
Las polémicas más destacadas
Este proyecto no ha estado exento de debate y crítica. Las más de mil alegaciones recogidas durante el proceso de consulta pública en 2022 llevaron a ajustes significativos en el plan final. La reducción de la edificabilidad y la altura de las torres son testimonio de un enfoque receptivo a las preocupaciones y opiniones de la comunidad.
El 1 de septiembre de 2022 se sometió a información pública un proyecto previo para esta área de planeamiento por el que se recogieron un millar de alegaciones. Por ello, la nueva propuesta ha reducido la edificabilidad en 6.200 metros cuadrados (de 73.200 m2 a 67.000) y ha rebajado la altura de las torres de un máximo de 28 a 23 plantas.
Además, se ha incorporado la vivienda protegida de precio básico, un modelo que no se preveía en el proyecto previo y a la que se destinarán 9.780 m2 frente a los 6.100 de la vivienda de precio limitado. Tras la luz verde del Pleno municipal, el expediente se remitirá a la Comunidad de Madrid para su aprobación definitiva y, con la conclusión de este proceso se concluiría su tramitación urbanística y podría iniciarse la gestión de su desarrollo por los propietarios del suelo.
En última instancia, la transformación de la Ermita del Santo no solo representa un paso hacia adelante en el desarrollo urbanístico de Madrid, sino también un ejemplo de cómo la planificación cuidadosa y la participación ciudadana pueden dar forma a un futuro más sostenible y equitativo para todos.
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