Mapfre ha cerrado el primer semestre de 2025 con un beneficio neto de 570 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 23,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha comunicado la aseguradora este miércoles. El resultado consolida la buena dinámica con la que la compañía ha iniciado el año. Marcada por un contexto de mayor estabilidad técnica y control de la siniestralidad.
Este incremento en el beneficio neto está respaldado por la mejora de los márgenes en el negocio asegurador tradicional. Especialmente en los ramos de No Vida, así como por una gestión prudente en los mercados donde opera. Desde la entidad han señalado también el impacto positivo de la fortaleza del negocio internacional. Con especial mención a las filiales de Latinoamérica y Estados Unidos, donde el crecimiento de primas ha sido significativo.
Además, Mapfre continúa enfocada en los pilares definidos en su plan estratégico 2024-2026, que prioriza la rentabilidad técnica. La digitalización del modelo operativo y una mayor eficiencia en costes. En ese marco, la compañía ha ido reduciendo el ratio combinado y aumentando su productividad a través de inversiones tecnológicas y mejoras internas.
La solidez de su posición financiera, tanto en términos de liquidez como de solvencia, ha permitido al grupo mantener su política de dividendo y continuar avanzando en iniciativas de sostenibilidad y gobierno corporativo. Desde la dirección, se reitera el compromiso de seguir generando valor tanto para accionistas como para clientes y empleados, en un entorno cada vez más exigente y regulado.
Con estos resultados, Mapfre refuerza su posición como una de las aseguradoras líderes en el mercado iberoamericano. Con una red de negocio diversificada y resiliente frente a la volatilidad del ciclo económico y del sector financiero.
© Reproducción reservada