El grupo italiano de moda de lujo, Prada, reportó un sólido crecimiento en sus ingresos durante los primeros nueve meses del año, alcanzando los 3.829 millones de euros, lo que representa un aumento del 14,5% en comparación con el mismo período del año anterior.
Las ventas minoristas de Prada han experimentado un crecimiento del 15%, alcanzando los 3.425 millones de euros. Es en Asia Pacífico donde se ha registrado el mayor dinamismo, con un aumento del 9% en las ventas.
Mercados clave como Japón, con un impresionante crecimiento del 40%, y Oriente Próximo, con un aumento del 24%, han sido los principales motores de este desempeño.
Si bien Asia Pacífico ha sido el motor del crecimiento (con 1.139 millones), otras regiones también han contribuido de manera significativa. Europa ha registrado un aumento del 16% en sus ventas minoristas (1.089 millones), mientras que América ha crecido un 7% (576 millones).
Miu Miu, otra marca del grupo Prada, ha registrado un crecimiento aún más impresionante, con un aumento de sus ingresos del 97%. Este desempeño ha contribuido significativamente a los resultados globales del grupo.
Prada, contra la tendencia
Patrizio Bertelli, CEO y presidente de Prada, expresó su satisfacción con los resultados y destacó el compromiso de la marca con su plan de inversión estratégica.
“Estamos operando en un entorno desafiante para toda la cadena de valor del lujo. No obstante, seguimos viendo oportunidades para nuestras marcas y seguimos comprometidos con nuestro plan de inversión estratégica”, dijo.
Los buenos números de Prada contrasta con la situación de las marcas de lujo, que pasan por un momento complicado luego del boom que vivieron tras la pandemia.
LVMH, la compañía detrás de marcas como Louis Vuitton, Sephora y Tiffany’s, ha caído un 18% este año. Kering, que maneja Gucci, ha perdido un 43%, mientras que Christian Dior ha caído otro 18%, Burberry un 58%, y Hugo Boss un 44%.
Richemont (+2%), Hermès (+1%) o Prada (+12%), en cambio, han resistido un poco mejor
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