Después de tres años de recuperación tras el golpe de la pandemia, Mediapro ha frenado en seco su crecimiento. La productora audiovisual registró en 2024 una caída del 10% en sus ingresos, pasando de 1.202 millones a 1.068 millones de euros, en buena parte debido a la pérdida de contratos vinculados al fútbol, según elEconomista.
Más allá de la caída en la facturación, el retroceso más significativo se dio en el ebitda, que se desplomó un 30%, hasta los 111 millones de euros, lo que revela un deterioro importante en la rentabilidad operativa.
Fútbol en retroceso, diversificación sin tracción
La compañía, propiedad del grupo chino Orient Hontai y liderada por Tatxo Benet, lleva años impulsando una estrategia de diversificación hacia la producción audiovisual. Sin embargo, los resultados de 2024 demuestran que este giro aún no compensa la pérdida de los derechos deportivos, que tradicionalmente han sido su gran motor de ingresos.
En concreto, el beneficio operativo pasó de 160 millones a 111 millones, un recorte del 30%. Aún con más de 1.000 millones de euros de ingresos anuales, la empresa se aleja de los niveles prepandemia, cuando en 2019 superó los 1.776 millones.
Ebitda positivo, pero flujo de caja en rojo
Un aspecto especialmente preocupante es que Mediapro vuelve a generar flujo de caja negativo, a pesar de mantener ebitda positivo. En 2023 logró cerrar con +11 millones de caja, pero en 2024 la cifra cayó a –19 millones. Un patrón que arrastra desde hace años y que deja al grupo con una rentabilidad estructural débil.
Moody’s baja el rating: más presión sobre la deuda
Hace apenas dos semanas, Moody’s rebajó el rating de Mediapro de B2 a B3, señalando la “pérdida significativa de contratos” como factor principal del deterioro. El informe anticipa, además, un 2026 aún más complicado, debido a la no renovación del contrato de producción con LaLiga, que expira en 2025.
La agencia de calificación también subraya que las inversiones en nuevos centros de producción en EE. UU. y Canadá (con sedes en Nueva York y Miami, a través de The Mediapro Studios) no serán suficientes para compensar la caída de ingresos deportivos.
Nueva estructura de negocio, sin motor claro
El peso del fútbol en la facturación ha caído notablemente: en 2019 representaba el 50% de los ingresos, mientras que hoy apenas llega al 20%. En su lugar, la producción de contenidos supone ya un 40% y los servicios audiovisuales un 45%. Aun así, ninguna de estas líneas de negocio ha logrado consolidarse como nuevo pilar principal.
Deuda en aumento y apalancamiento en zona crítica
La deuda neta de Mediapro subió de 417 a 493 millones, debido principalmente a una refinanciación realizada en agosto. El grupo amplió su préstamo de 495 a 525 millones de euros, y extendió su calendario de vencimientos hasta 2029. A pesar del incremento, se mantiene aún lejos del pico de casi 1.000 millones en 2021.
Eso sí, el apalancamiento ha vuelto a tensionarse: el ratio de deuda sobre ebitda sube hasta 5,6 veces, un punto medio entre las 6,7 veces de 2021 y las 3,5 veces alcanzadas en 2023.
2029: una fecha clave en el horizonte
Ese mismo año, Mediapro afrontará un doble reto: el vencimiento de su deuda y la renovación del contrato de derechos internacionales de LaLiga, que actualmente aporta el 25% del ebitda, pese a representar solo el 5% de la facturación.
Todo apunta a que, incluso si renueva el contrato, las condiciones ya no serán tan favorables. Moody’s alerta de que el nuevo acuerdo —firmado en 2023— recorta la tasa variable de remuneración y excluye mercados clave como Oriente Medio, América del Norte y el norte de África.
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