El petróleo continúa siendo la columna vertebral del sistema energético mundial, y aunque las renovables siguen ganando terreno, la búsqueda de hidrocarburos no cesa. Ahora, es Polonia la que da un paso al frente con el descubrimiento de un gigantesco yacimiento de petróleo, que podría marcar un antes y un después en su historia energética y reforzar su autonomía en un momento geopolítico sensible para el continente.
El hallazgo, anunciado por Central European Petroleum (CEP), supone el mayor descubrimiento de petróleo convencional en Polonia y uno de los más relevantes de Europa en los últimos diez años. El yacimiento está ubicado en el pozo Wolin Este 1 (WE1), a unos seis kilómetros del puerto de Swinoujscie, en la costa del mar Báltico.
El petróleo, una oportunidad energética sin precedentes
Según las estimaciones preliminares, el pozo contiene 22 millones de toneladas de crudo (aproximadamente 150 millones de barriles) y 5.000 millones de metros cúbicos de gas natural de calidad comercial. Y eso es solo el principio. La concesión completa, que abarca 593 kilómetros cuadrados, podría albergar más de 33 millones de toneladas de crudo (unos 240 millones de barriles) y hasta 27.000 millones de metros cúbicos de gas.
Para Polonia, que produce apenas 18.000 barriles de crudo al día, este hallazgo representa una auténtica revolución. En términos relativos, el volumen de petróleo descubierto podría cubrir el consumo total del país durante al menos un año completo, algo sin precedentes en su trayectoria energética reciente.
Además, este tipo de descubrimientos tienden a abrir nuevas zonas de exploración, como ya ocurrió en Noruega. Donde los hallazgos iniciales dieron paso a una sucesión de explotaciones satélite que han permitido al país mantener una producción sostenida.
Un potencial transformador para el sector energético europeo
Si las cifras se confirman, Polonia duplicaría con creces sus reservas actuales, estimadas en 2023 en unas 20,2 millones de toneladas (147 millones de barriles). En palabras del CEO de CEP, Rolf G. Skaar, este descubrimiento es mucho más que un yacimiento: “Wolin Este representa una oportunidad conjunta para desbloquear el potencial geológico y energético del mar Báltico”.
El pozo fue perforado con una plataforma jack-up, en aguas de 9,5 metros de profundidad, alcanzando los 2.715 metros de perforación vertical total. Se trata de un paso clave para una región como Europa, que busca fórmulas para reducir su dependencia energética del exterior.
Una apuesta estratégica por la soberanía energética
Krzysztof Galos, viceministro de Estado y geólogo nacional jefe de Polonia, ha calificado el hallazgo como un “punto de inflexión en la historia de la exploración de hidrocarburos en el país”. El descubrimiento se sitúa en zonas hasta ahora escasamente exploradas, como la Zona Económica Exclusiva polaca en el mar Báltico.
El proyecto está siendo liderado por CEP Central European Petroleum, filial polaca de la empresa canadiense del mismo nombre, cuyos principales accionistas proceden de Noruega. La firma fue concebida con el objetivo de explorar hidrocarburos en la Unión Europea, con un foco inicial en Alemania.
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