Este viernes, la bolsa española vive una fecha crucial con la esperada salida a bolsa de Puig, la mayor en Europa en 2024. La operación ha despertado gran interés entre inversores y analistas, especialmente en un contexto donde las salidas a bolsa han sido escasas en los últimos años. La firma española ha colocado entre inversores institucionales más de 2.600 millones de euros, una cifra que impulsa un mercado que hasta hace poco mostraba signos de ralentización.
El sector europeo acumula ya 12.600 millones de euros captados para debutar en el parqué, según datos de Bloomberg. Este número incluye operaciones ya cerradas y otras pendientes para las próximas semanas de empresas europeas en diversos mercados. La cifra es 4,5 veces superior a la de 2023 para el mismo periodo, y ya equivale al 68% de todo lo colocado el año pasado. El cambio positivo en el ritmo de las salidas a bolsa se atribuye en parte al hecho de que Puig logró vender sus acciones al precio más alto dentro del rango previsto, mostrando así un apetito notable por parte de los inversores sin la necesidad de ofrecer importantes descuentos, algo que no todas las recientes ofertas públicas de venta (OPV) han logrado.
Puig, protagonista en Europa
El debut bursátil de Puig sigue al de otras tres compañías europeas que captaron más de 1.000 millones de euros cada una en lo que va de 2024. CVC, el fondo de capital riesgo; Galderma, la empresa suiza; y Amer Sports, la compañía finlandesa dueña de marcas como Salomon y Wilson. Desde su estreno, estas empresas han mostrado un rendimiento positivo en la bolsa, con subidas del 20%, 30% y 10% respectivamente. El éxito de estas salidas a bolsa podría ser una señal de que el mercado bursátil europeo está recuperando impulso tras años de estancamiento.
Rosa María Orozco, socia responsable del área de Capital Markets e IPOs de EY, señaló que estos movimientos son positivos porque «devuelven la confianza a las empresas en retomar sus planes de OPV«, demostrando que los inversores están dispuestos a invertir en este tipo de mercados, siempre que los negocios y los precios sean adecuados.
Sin embargo, no todo es optimismo. El sector bursátil europeo enfrenta desafíos estructurales que están siendo abordados por reguladores y gestores de mercado. A nivel nacional y europeo, se buscan soluciones para reactivar las salidas a bolsa, asegurando la competitividad del mercado y evitando la fuga de empresas a otros mercados como Wall Street. Aunque todavía no se han implementado cambios significativos en la regulación o en aspectos fiscales para fomentar este tipo de operaciones, la reciente salida a bolsa de Puig podría ser un catalizador para otras empresas que están considerando este camino.
La salida de Puig marca el fin de un periodo de sequía en la bolsa española que se prolongaba desde julio de 2022, sin contar las pequeñas empresas que han salido a BME Growth. No se había visto tanto tiempo sin grandes debuts bursátiles en España desde la crisis de deuda europea, cuando hubo una paralización de casi dos años entre las salidas de Bankia y Banca Cívica en 2011, y la de Liberbank en 2013. El mercado bursátil español espera que este nuevo impulso marque el comienzo de una tendencia alcista en las salidas a bolsa en Europa y, en particular, en España.
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