Puma ha arrancado el ejercicio 2025 con un desempeño plano en ingresos y una fuerte caída en sus beneficios. La compañía alemana de equipamiento deportivo recortó sus ventas un 1,3% en el primer trimestre, hasta 2.076 millones de euros, en comparación con el mismo periodo del año anterior. El beneficio neto, por su parte, se desplomó un 99,5%, al pasar de 87,3 millones de euros a apenas 500.000 euros.
La empresa ha atribuido este desplome a un notable incremento de los gastos operativos, que ha impactado directamente en su margen de rentabilidad. Como parte de sus medidas de ajuste, Puma ha anunciado el despido de cerca de 500 empleados en sus sedes corporativas a nivel global, medida que se implementará a finales del segundo trimestre del año.
Puma siente incertidumbre ante los aranceles
Respecto a los posibles efectos de las nuevas tensiones comerciales, el director financiero, Markus Neubrand, ha afirmado que “debido a la alta incertidumbre de las implicaciones de los aranceles estadounidenses, no estamos cuantificando las posibles consecuencias en este momento”. Añadió que la compañía ya ha reducido las importaciones desde China hacia EE.UU. y se mantendrá “ágil y preparada” para adaptarse a un mercado más volátil.
En términos geográficos, Europa vuelve a posicionarse como el principal mercado de Puma, con una facturación de 891,7 millones de euros y un crecimiento interanual del 4,2%. En cambio, América cayó un 4,6%, hasta 753,7 millones, y la región Asia-Pacífico registró un descenso del 5,7%, hasta 430,5 millones de euros.
Por líneas de producto, el calzado sigue siendo el motor del negocio, con ingresos de 1.186 millones de euros y un leve crecimiento del 0,4%. Sin embargo, el segmento textil retrocedió un 2,3%, hasta 594,3 millones, y los accesorios se redujeron un 5,4%, hasta los 295,7 millones de euros.
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