Puma, el fabricante alemán de ropa y calzado deportivo, ha cerrado la primera mitad de 2025 con unas pérdidas de 246,6 millones de euros, un resultado muy negativo en comparación con los 129,3 millones de euros de beneficio neto registrados en el mismo periodo del año anterior. La compañía ha anunciado además una revisión a la baja de sus previsiones para el año completo, ante un entorno económico y geopolítico volátil.
El informe financiero presentado hoy refleja que Puma afrontó en el semestre costes extraordinarios por un total de 102,6 millones de euros, vinculados al programa de eficiencia “nextlevel” y al deterioro del fondo de comercio, con un impacto adverso especialmente significativo en el segundo trimestre, de 84,6 millones.
El margen bruto descendió 60 puntos básicos hasta situarse en el 46,5%, afectado por la actividad promocional, los tipos de cambio y las menores valoraciones del inventario respecto al año pasado. En cuanto a las ventas, estas sumaron 4.018 millones de euros, lo que supone una caída del 4,8% respecto a 2024, con un impacto negativo del tipo de cambio estimado en 163 millones de euros.
Por regiones, las ventas en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) descendieron un 0,6%, en América bajaron un 8,6% y en Asia Pacífico se redujeron un 5,5%. El segundo trimestre fue especialmente complicado, con pérdidas de 247 millones y ventas que se contrajeron un 8,3%.
La empresa atribuye este escenario a factores como la volatilidad macroeconómica, los aranceles estadounidenses y niveles elevados de inventario. En consecuencia, Puma ya no espera alcanzar el crecimiento de ventas ajustado al tipo de cambio proyectado anteriormente y anticipa que el menor rendimiento observado en el segundo trimestre persistirá durante el resto del año.
Entre las medidas para afrontar esta situación, la multinacional destaca la optimización de la cadena de suministro, ajustes de precios y colaboración con socios comerciales. No obstante, espera que los aranceles estadounidenses sigan afectando negativamente su beneficio bruto en torno a 80 millones de euros en 2025.
En este contexto, Puma ha revisado su estimación de inversión de capital para el año, reduciéndola a unos 250 millones de euros desde los 300 millones inicialmente previstos.
Por otra parte, Puma ha anunciado el nombramiento de Andreas Hubert, exdirectivo de Adidas, como nuevo director de operaciones (COO) a partir del 1 de septiembre de 2025. Hubert, con amplia experiencia en tecnología y gestión de la cadena de suministro, se integrará en el consejo de administración, que estará formado por cinco miembros.
Arthur Hoeld, consejero delegado de Puma, ha subrayado que Hubert aporta “la combinación perfecta de visión estratégica y excelencia operativa” para liderar las operaciones globales de abastecimiento, sostenibilidad, desarrollo de productos, TI y logística.
La compañía afronta ahora el reto de revertir esta situación en un mercado cada vez más competitivo y con múltiples desafíos geopolíticos y económicos en el horizonte.
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