Con Donald Trump triunfante en las elecciones presidenciales de EEUU, Elon Musk, fundador de Tesla y dueño de X (anteriormente Twitter), también celebra este resultado.
Desde que adquirió la red social, Musk ha mostrado un apoyo público y contundente a Trump, convirtiéndose en uno de sus aliados más visibles.
Además de donar más de 130 millones de dólares a través de un PAC (comité de acción política), Musk ha utilizado su plataforma X para respaldar la campaña de Trump con mensajes de entusiasmo.
Este apoyo no es solo político. Musk tiene grandes intereses económicos en que Trump regrese a la Casa Blanca. Tesla, la empresa insignia de los autos eléctricos, podría beneficiarse de políticas favorables a la desregulación y la reducción de impuestos.
The future is gonna be fantastic pic.twitter.com/I46tFsHxs3
— Elon Musk (@elonmusk) November 6, 2024
El empresario millonario podría obtener exenciones fiscales importantes, lo que beneficiaría no solo a Tesla, sino también a sus otros negocios, como SpaceX y Neuralink.
Uno de los puntos clave en los que Musk podría influir es en las relaciones comerciales entre EEUU y China, dada la planta de Tesla en Shanghái, que representa el 40% de su producción mundial.
Musk ha mostrado su deseo de evitar una confrontación directa con China y podría tener un papel en suavizar las tensiones si se une al gobierno de Trump.
¿Será Elon Musk parte del Gobierno?
Aunque se ha hablado de la posibilidad de que Musk asuma un cargo en la administración, como «zar de la eficiencia gubernamental», su rol exacto sigue siendo incierto.
Su influencia podría extenderse a las políticas económicas y fiscales que beneficien directamente sus intereses, lo que genera preocupación sobre posibles conflictos de interés.
De entrada, la victoria electoral de Donald Trump ha provocado un efecto inmediato sobre la fortuna de Elon Musk, quien se ha visto favorecido por un repunte significativo de las acciones de Tesla en Bolsa, con un incremento del 12%.
Este auge consolidará a Musk como el hombre más rico del mundo, ampliando aún más su ventaja sobre Jeff Bezos, el fundador de Amazon.
Antes de las elecciones, Musk ya superaba a Bezos en casi 50.000 millones de dólares, con una valoración de 264.700 millones frente a los 216.500 millones de su competidor.
Este nuevo crecimiento de Tesla reafirma el poder económico de Musk, no solo como empresario tecnológico, sino como una figura clave en el panorama financiero global.
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