El primer recorte de los tipos de interés de la Fed, la Reserva Federal, desde 2020 está a punto de hacerse realidad. La entidad no ha cambiado el precio del dinero en su reunión de este miércoles, pero ha indicado que la situación macroeconómica se aproxima a sus objetivos. «En los últimos meses ha habido cierto progreso hacia el objetivo de inflación del Comité del 2%», señala en su comunicado. Sin embargo, hay un matiz clave en esta frase, pues en ella se emplea la palabra «cierto» (some) en sustitución de «modesto» (modest) al referirse al progreso de la desinflación, lo que indica que la Reserva Federal considera que cada vez está más afianzada la fase de moderación de los precios.
Su presidente, Jerome Powell, ha señalado, en una rueda de prensa, que «estamos más cerca del punto al que deberíamos llegar para que fuese apropiado reducir nuestros tipos de interés, pero no estamos aún en ese punto» y ha puesto sobre la mesa que el primer recorte de los tipos de interés podría producirse en septiembre, cuando celebrará su próxima reunión.
Si el banco percibe que se mantiene la normalización de la moderación y el mercado laboral, «una reducción de los tipos de interés puede estar sobre la mesa tan pronto como en septiembre», ha señalado Powell. No obstante, la Reserva Federal advierte de que todavía existen riesgos al alza sobre la inflación, lo que impide diseñar un camino de recortes de tipos.
Es por esa razón por la que ha optado por ser prudente en esta reunión: «El Comité no considera que sea apropiado reducir los tipos de interés hasta tener más confianza en que la inflación se mueve de forma sostenida hacia el 2%«. Desde principios de este año, la inflación se halla anclada entorno al 3% y las presiones de precios que todavía persisten le impiden a la entidad dar comienzo a la normalización de su política monetaria.
Otra de las señales que demuestran que la bajada de tipos está cerca es el enfriamiento del mercado laboral estadounidense en estos meses. La Fed, que pensaba que el empleo se comportaba de forma robusta, afirma ahora que se ha «moderado» y que la tasa de paro «ha subido levemente». Este cambio es relevante, ya que la mencionada entidad no solo tiene como objetivo controlar la inflación, sino también maximizar el empleo.
El Comité de la Fed considera que la situación actual del mercado laboral es parecida a la que había antes de la pandemia de Covid-19: «Fuerte, pero no sobrecalentada». Esta es otra señal que apunta a la normalización de la economía norteamericana previa a la normalización de su política monetaria.
Eso sí, Powell ha insistido en que, aunque la Reserva Federal recorte los tipos de interés en septiembre, no va a comenzar ahora a reducir el precio del dinero. La razón es que no se sabe cómo afectará a la economía estadounidense la normalización de su política monetaria y dónde se sitúa actualmente la tasa de interés natural. Dicha incertidumbre provoca que el banco sea cauteloso con respecto al inicio de una serie de recortes de tipos. Sin embargo, todo apunta a que este dejará pasar un tiempo tras recortar los tipos de septiembre con la finalidad de medir su impacto sobre la economía nacional.
Contando julio y agosto, ya son 13 meses consecutivos en los que el precio del dinero se halla en la horquilla del 5,25 al 5.5%. Esta se trata, por tanto, de la política monetaria más restrictiva desde el 2001, con la que se pretende frenar la crisis inflacionista que se desencadenó tras el inicio de la Guerra de Ucrania. Dicha escalada culminó con un pico de la inflación en junio de 2022, cuando alcanzó una tasa de variación interanual del 9,1%.
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