Repsol ha cerrado 2024 con un beneficio neto de 1.756 millones de euros, lo que representa un fuerte descenso del 45% respecto a los 3.168 millones obtenidos en 2023. Esta disminución se ha debido principalmente a la caída de los precios del petróleo y el gas, que ha afectado tanto a la rentabilidad de sus operaciones como a los márgenes obtenidos en el refino y el negocio químico. Además, la compañía ha sufrido el impacto negativo del impuesto a las grandes energéticas, que ha supuesto un coste de 450 millones de euros.
La volatilidad de los mercados energéticos y las tensiones geopolíticas, claves en los resultados
Según Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, los resultados de 2024 reflejan la volatilidad de los mercados energéticos, con un descenso en los precios del petróleo, gas y electricidad. Además, la moderación de los márgenes en el refino y la caída en los márgenes del negocio químico han sido factores clave. El precio medio del crudo Brent cayó un 2,2% en 2024, hasta los 80,8 dólares, lo que impactó directamente en los márgenes de refino, que descendieron un 40,5%.
Impacto del impuesto energético para Repsol y proyección para 2025
El impuesto a las grandes energéticas ha sido otro factor importante que ha lastrado los resultados de Repsol en 2024. La compañía ya ha dejado claro que, con el fin de este impuesto, se reactivarán sus programas de inversión. Para 2025, Repsol proyecta un flujo de caja operativo entre 6.000 y 6.500 millones de euros, con una inversión neta entre 3.500 y 4.000 millones. Durante 2024, las inversiones de Repsol ascendieron a 5.700 millones, un descenso del 5,7% respecto a los 6.167 millones del año anterior.
Dividendo al alza a pesar de los descensos en beneficio neto
A pesar de los resultados negativos, Repsol ha decidido mantener su compromiso con la retribución a los accionistas, proyectando un dividendo de 0,975 euros brutos por acción para 2025, lo que supone un incremento del 8,3% respecto al dividendo de 2024, que fue de 0,90 euros. Además, la compañía ha anunciado una recompra de acciones por un valor de al menos 700 millones de euros durante el año, con el objetivo de reducir capital. El consejo de administración también propondrá una reducción de capital mediante la adquisición de acciones por un valor de 350 millones de euros, que se espera se ejecute antes de finales de julio de 2025.
Perspectivas para el futuro de Repsol
A pesar de los desafíos del mercado, Repsol se mantiene optimista y con planes de crecimiento a largo plazo, apuntando a una fuerte generación de flujo de caja y una mejora continua en su política de retribución al accionista.
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